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domingo, 25 de mayo de 2014

Un olinguito posa sobre su rama.

Los pobres olinguitos, esos animales que parecen ositos de peluche, llevaban toda la vida siendo confundidos con mapaches, hasta que por fin fueron identificados correctamente como Bassaricyon neblina: la primera especie nueva de mamífero carnívoro identificada en el Hemisferio Occidental en 35 años.
Al menos ha recibido el honor de ser incluido en la lista de nuevas especies de 2014 publicada por la Escuela de Ciencias Medioambientales y Forestales de la Universidad Estatal de Nueva York.

http://www.nationalgeographic.es/noticias/lista-nuevas-especies-noticia
La lista incluye también una nueva anémona, llamada Edwardsiella andrillae, que fue descubierta por casualidad cuando un equipo probaba un robot submarino y que vive boca abajo en las placas de hielo del Mar Ross, en la Antártida.
El camarón Liropus minusculus también se ha ganado un puesto en la lista, con su apariencia fantasmal y traslúcida que le hace parecer un esqueleto. Mide entre dos y tres milímetros y fue encontrado en la Isla Santa Catalina (California).
El gecko (o geco) Saltuarius eximius, experto en camuflaje y de aspecto feroz, vive en las remotas selvas tropicales Melville (Australia). De unos 11 centímetros, fue descubierto durante una expedición financiada por el Consejo de Expediciones de National Geographic.
Quentin Wheeler, presidente de la Escuela de Ciencias Medioambientales y Forestales, afirma que estos animales representan una mínima parte de las especies que quedan por descubrir. Hay aproximadamente 12 millones de especies de plantas, animales y fungi, unos 50 millones si añadimos las bacterias y microbios llamadas arqueas, de los que hemos identificado hasta ahora menos de dos millones.
«El ritmo de descubrimientos e identificación de especies no ha aumentado desde la II Guerra Mundial», comenta Wheeler. «Suelen encontrarse entre 17 000 y 18 000 especies al año. Teniendo en cuenta los avances tecnológicos de las últimas décadas, es inexcusable, tendríamos que trabajar mucho más deprisa».
Es más, cree que la acción del hombre, la destrucción de hábitats, la deforestación, la contaminación y el cambio climático están provocando la desaparición de especies antes de que consigamos describirlas.
Según un artículo reciente publicado en Science, si seguimos este ritmo la Tierra alcanzará el estado extinción masiva (pérdida del 75 % o más de las especies de plantas y animales) en 300 años. La última vez que ocurrió fue hace 65 millones de años.
«Algunos dicen: “bueno, el planeta se recuperó entonces y ahora hay mucha diversidad”», comenta Wheeler. «Y es cierto, lo malo es que entonces se necesitaron decenas de millones de años, durante los cuales la Tierra no fue un sitio muy agradable para vivir».
http://www.nationalgeographic.es/

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