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martes, 5 de junio de 2018

La Memoria Institucional de Cáritas 2017, advierte de la pobreza estructural en Las Palmas


José Antonio Cabrera. ASSOPRESS
 Cáritas Diocesana de Canarias (que desarrolla su acción en la provincia de Las Palmas) atendió a lo largo del 2017 a un total de 8.396 personas de forma directa, lo que significa, si contamos con sus familias, que la acción de Cáritas ha incidido en más de 21.000 personas.

Así se expuso, durante la presentación de la Memoria Institucional 2017, en la que estuvieron presentes el Obispo de la Diócesis de Canarias, Monseñor Francisco Cases, el Director de Cáritas Diocesana de Canarias, D. Gonzalo Marrero y la Secretaria General de Cáritas Diocesana de Canarias, Dña. Caya Suárez. Desde Cáritas se insiste en que la  recuperación económica no se está traduciendo en una mejora de la situación global de las familias vulnerables, pues éstas siguen necesitando de grandes apoyos y acompañamiento.

En toda Canarias (sumando las atenciones realizadas por Cáritas Diocesana de Tenerife) la entidad dedicada a la acción sociocaritativa de la Iglesia benefició a unas 36.000 personas.

Son menos personas que las atendidas en 2016, pero se encuentran en una situación de mayor gravedad. La respuesta de Cáritas con las personas que atiende se diversifica y abarca más aspectos de la vida de las familias. Se trata de una pobreza estructural, cronificada, de la que es muy difícil salir y que se hereda de padres a hijos.

Tal y como expresó la Secretaria General de la institución "acompañamos a las familias y a las personas más vulnerables de nuestra sociedad, fomentando entornos integradores, que combinan la ayuda más asistencial con la promoción de la persona y prestando especial atención a la vulneración de sus derechos." La respuesta que articula Cáritas pretende ir más allá de lo puramente asistencial. Aunque el 65% de las personas que han pasado por nuestros servicios y proyectos ha recibido alimentos, más de la mitad también ha demandado orientación y escucha y el 41,80% ha sido atendido desde las áreas y proyectos específicos.

La acción se ha desarrollado principalmente a través del territorio mediante la acogida de las Cáritas Parroquiales. Pero también se ha dado respuestas específicas a realidades que se tornan cada vez más complejas a través de la intervención del área de Empleo, el área de Familia, el área Internacional y el área de Vivienda y los Proyectos Diocesanos "Centro Lugo" (que atiende a mujeres en situación de prostitución y víctimas de trata), "Casa Hogar Mafasca" (un recurso alojativo para personas sin hogar) y el "Proyecto Esperanza" (que trabaja con personas con adicciones). También se destacó el alcance de los 11 proyectos de cooperación internacional que la institución acompaña en Mauritania, Senegal, Siria y que beneficiaron a 18.544 personas.

La respuesta de Cáritas se articula en torno a la defensa de los derechos que estas personas ven vulnerados. La precariedad en el empleo, las dificultades para contar con una vivienda digna (especialmente grave la situación de las 1.418 personas sin hogar que atendimos), las dificultades en el acceso a la sanidad pública de las personas migrantes en situación administrativa irregular, así como la promoción de la participación de las personas en espacios comunitarios, son retos a los que Cáritas se enfrenta desde una mirada que pone la defensa de la dignidad y la integridad de la persona en el centro de la acción social.

Las mujeres siguen siendo, un año más, las que más se acercan a los servicios de Cáritas. La edad de quienes encabezan los hogares que acompañamos ha aumentado ligeramente de forma que más de la mitad tiene entre 40 y 59 años y quienes tienen más de 60 años representan al 16,5%, edad en la que, principalmente, se encuentran fuera del mercado laboral y dependen de una pensión pública, en muchos casos insuficiente para mantener un nivel de vida digno.

El 43,7% de las familias atendidas no tienen ningún tipo de ingreso y la gran mayoría (80,1%) no tiene trabajo o cuenta con un empleo precario (7,2%) que no garantiza unas condiciones de vida dignas, lo que supone un grave problema porque casi la mitad de las personas atendidas (45%) tiene hijos a cargo. También preocupa a la institución la situación de las personas que viven solas (34,2%), sin redes de apoyo y, muchas de ellas, con pensiones insuficientes.

El 83,5% de las personas que encabezan las familias acompañadas no supera los estudios obligatorios, por lo que se constata una vez más que la educación es un mecanismo de protección frente a la exclusión social.

"Tu compromiso mejora el mundo", el lema de la nueva campaña de Cáritas, pretende reconocer el trabajo y el compromiso de las 1.602 personas voluntarias de la entidad en la provincia de Las Palmas.

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