Artículo de opinión
En la urbanización Araúz están así sus solitarias calles repletas de escoria, dando la cara más amarga de un municipio que está atestado de basuras y escombros, donde nadie pone interés en solucionar este problema de limpieza e higiene. Se habla de salvar el planeta y más parafernalia política, que se intuye que es una pantomima donde ellos son los titiriteros y el ciudadano los títeres, sin darnos cuenta de que todo es un cuento de unos trileros de mano floja que engañan nuestra mente a su antojo. Pero peor son los ciudadanos que, cuando les dicen "cierra los ojos", no se ofrecen a mirar siquiera un poco para entender qué sucede.
Nos cuentan historias fantásticas donde con una mano nos enseñan la fantasía y con la otra nos meten en el bolsillo la realidad que cuando nos damos cuenta de que hay esta es tarde y ahí está su magia.
La mentira pura y dura y así no nos damos cuenta de lo que la ciudad esconde y así conquistan al pueblo en fechas emblemáticas como el encendido de luces navideñas, fiestas y palabras agradables mientras en la soledad juegan en nuestra contra, pero seguimos bailando a sus pasos. Así nos va.