(Los firma con su conocido seudónimo literario... ¡QUÉ COSAS!)
CORTA ES LA VIDA
Mientras la noche se iba consumiendo
en su profunda oscuridad,
se ancló en su ya madura mente
el triste y sutil mal presagio cierto.
Un escalofrió tormentoso de agua y viento,
recorrió todo mi marinero cuerpo.
Y la angustia, el dolor y la tristeza,
fugazmente invadieron el pensamiento.
¡Qué dura y cruel es la vida!
¡Qué cortos los placeres vividos!
Ahora navego con rumbo de coalición
directo para detenerme en el último bajo.
Finalmente hundiéndome lentamente,
como aquel que fuera ágil delfín,
herido por la vejez lloro mi suerte,
por no poder saltar ya de forma permanente.
¡Qué dura y cruel es la vida!
¡Qué corto los placeres vividos!
Con albor sereno guardaba como experto marino al día,
para nueva singladura de mar emprender.
Soñaba con seguir navegando con renovados esfuerzos,
contra todas las fieras y duras tormentas,
Pero el implacable tiempo me lo negó,
y en caduco cadáver pronto me convertirá.
Y es que en el bravo océano,
una ola traicionera la vida arrebató
a quien al mismo cielo un día le juró,
inmortalizar su cabal existencia.
¡Qué dura y cruel es la vida!
¡Qué corto los placeres vividos!
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