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sábado, 19 de abril de 2014

«Los ingresos fiscales del petróleo le vendrían a Canarias maravillosamente bien»

Daniel Lacalle cree que en las Islas algunos «magnifican los riesgos, cuando para otras actividades se infraestiman»




El economista Daniel Lacalle, de visita en Gran Canaria para asistir a una nueva edición de «Diálogos para el desarrollo», conversó con ABC antes de este almuerzo, en el que debatió con José Carlos Díez.
—¿Por qué el petróleo despierta estas resistencias en Canarias?
—Es una cuestión de desinformación. Se magnifican los riesgos, cuando para otras actividades se infraestiman. Por ejemplo, en la construcción, que además tiene un impacto medioambiental mucho mayor. A la desinformación se suma el miedo a lo desconocido, porque España es un país que no ha desarrollado sus hidrocarburos desde los años 50. No existe este miedo en muchos otros países.
—El impacto ambiental de esta actividad ha sido muy debatido desde hace meses. 
Debe haber una buena declaración de impacto ambiental, pero debe tenerse en cuenta también que estamos tratando con una empresa, Repsol, que tiene uno de los mejores historiales de todo el sector petrolero en cuanto a llevar a cabo exploraciones y producción sin riesgo; y en aguas profundas, como es el caso de Brasil. Todo eso hay que valorarlo.
—¿Y el impacto que tendría sobre el turismo? 
—No es cierto. No he visto a nadie dejar de ir a Río de Janeiro o a California porque allí extraigan petróleo. Hay casos como el de Ghana, donde se ha descubierto uno de los mayores campos petroleros del mundo, «Jubilee», y el turismo se ha multiplicado.
—¿Cree que se minusvalora el aspecto económico? 
—Hay que entender que esto tendría un efecto positivo, porque atraería mucho capital —estamos hablando de 12.000 millones, que no vienen nada mal— y empleo.
—Se ha criticado en las Islas que Repsol se haya arriesgado a lanzar alguna cifra sobre los empleos y que últimamente se resistan a darla. —En una comunidad como la canaria, con un desempleo tan alto, el impacto que tiene el sector petrolero es grande, tanto a nivel directo como indirecto. De hecho, en México, Brasil, Colombia, etc. la mayor creación de empleo es a través de los servicios indirectos.
—¿Por qué las energías renovables gozan de tan buena prensa y no así las de fuentes fósiles? 
—No es una cuestión de buena prensa, sino de eficiencia económica. Las energías renovables son perfectamente válidas, pero son volátiles e interrumpibles. El viento no sopla siempre ni con la misma intensidad, mientras que la solar es extremadamente cara. Eso es una realidad. Pero, además, no son incompatibles, no es una cuestión de A contra B. Necesitamos emplear todas las fuentes de energía que podamos. Desechar una de ellas, cualquiera, es pegarnos un tiro en el pie. Los chinos, los rusos, los americanos desarrollan todas sus fuentes de energía.
—Hablando de EE.UU., ¿por qué en Europa hay tanta resistencia al «fracking» si en EE.UU. sienten que han descubierto la gallina de los huevos de oro? 
—Muy sencillo: en EE.UU. no hay resistencia al «fracking» porque los ciudadanos se benefician personalmente, son los dueños de la tierra y es su explotación. Si una compañía quiere explorar en tu jardín, te llevas un dineral. En Europa, en cambio, los derechos sobre los recursos minerales son de los países, y entonces los incentivos no están tan cercanos al ciudadano. Así de sencillo.
—En Canarias, muchos se preguntan en qué beneficiaría el petróleo a las Islas, si es a través de una empresa privada, ni siquiera es toda de capital español. 
—Para empezar, unos ingresos fiscales que le vendrían maravillosamente a Canarias directa o indirectamente. Además del empleo, que en parte vendrá de lo que se conoce como el «contenido local», que todas las empresas contratan. En Angola, que perfore Total o Sonangol no hace diferencia, aunque una sea privada y la otra estatal.
—¿Si no lo hace España da igual porque está Marruecos? 
—Si yo me pego el tiro en el pie de decir «en mis aguas no», al final es lo mismo, porque en el centímetro siguiente de esas aguas, en Marruecos están perforando y con muchos más permisos. Al final, es una política de negar todo lo positivo y magnificar todo lo negativo. Eso, simplemente, no merece la pena.

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