Los guardias civiles que combaten la inmigración ilegal en las vallas de Ceuta y Melilla están “hartos” de ser los “protagonistas de la película”, y de haberse convertido “en el objetivo interesado” de aquellos que emplean la inmigración “como una herramienta de desgaste político” y “como un arma arrojadiza contra el Gobierno”.
¿A qué se enfrenta un inmigrante ilegal cuando entra en España?Un inmigrante irregular nos cuenta lo que vive
Así de contundentes son las afirmaciones que la Asociación pro Guardia Civil (APROGC), que cuenta con más de 1.000 afiliados, expone en un comunicado en el que se afirma que “la moral de los componentes de la Guardia Civil de Ceuta y Melilla, desde el primero hasta el último, está empezando a flaquear”.
Según esta asociación, una de las seis que forman parte del Consejo de la Guardia Civil, “cada una de nuestras intervenciones es mostrada al ciudadano de una manera sesgada y oportunista, poniéndose sistemáticamente en entredicho nuestra labor en el perímetro fronterizo, generando en la ciudadanía una imagen monstruosa sobre nosotros”.
Se quejan, por tanto, de la “gran presión mediática” a la que dicen estar continuamente sometidos, y aseguran que se encuentran “al límite” de su “capacidad de aguante”, precisamente por las críticas que reciben de aquellos que “siempre cuestionan” sus actuaciones. “¡No aguantamos más!”, insisten en su comunicado, y exigen “apoyo firme y decidido por parte de todos los actores implicados, que, en resumen, son toda la sociedad y las instituciones”.
Proponen “quitar las vallas” como solución al problema
Tal es la indignación de este colectivo, que proponen la solución de “quitar las vallas”, para que los inmigrantes tengan “una vida mejor”; las mafias que trafican con ellos “desaparezcan”; las ONGse dediquen “a su labor original, olvidando su obsesión por los guardias civiles”; la Policía marroquíse dedique “a combatir el narcotráfico habitual de esa región y el yihadismo radical”; o para que los jueces persigan “delincuentes de verdad y no guardias civiles abnegados”.
Pero, eso sí, APROGC advierte en su comunicado que “de las consecuencias posteriores” sólo hablen “los que sólo se dedican a criticar y nunca aportan soluciones”. “Los guardias civiles –insisten- no podemos tener la sensación de estar completamente acosados y abandonados a nuestra suerte como ahora tenemos”, porque el problema de las vallas “no es sólo de la Guardia Civil”.
De hecho, la APROGC asegura que, aparte de la presión mediática, tienen que soportar “la amenaza constante de ser denunciados por cumplir con nuestra obligación, somos agredidos por los inmigrantes –resultando lesionados en numerosas ocasiones, tanto en la valla como en el mar-, se nos amenaza con quemarnos arrojándonos líquidos inflamables, nos arrojan piedras, nos escupen sangre, nos atropellan en los pasos fronterizos y nos golpean con todo tipo de objetos”.
Archivada una causa por “supuestas ilegalidades” de los agentes
En su comunicado, la APROGC insiste en que Ceuta y Melilla “se han convertido definitivamente en una zonas conflictivas para los guardias civiles”. Para justificar esta afirmación, la asociación alude a la “excepcional medida” que adoptó el Gobierno cuando, hace meses, reforzó la valla con 180 agentes de la Agrupación de Reserva y Seguridad, “medida que –según afirma APROGC- se mantiene en la actualidad”.
Además, y con respecto a las críticas que los guardias civiles destinados en las ciudades autónomas reciben por la labor que realizan, la APROGC informa de que recientemente se acaba de archivar una denuncia en la que se les acusada de cometer “supuestas ilegalidades” por aplicar el Acuerdo de Readmisión firmado con Marruecos en 1992, y no sólo la Ley de Extranjería como demandan algunas ONG, asociaciones y partidos políticos.
El Auto del juez deja claro que el Acuerdo de Readmisión “es un instrumento más en la lucha contra la inmigración ilegal y es independiente de la aplicación de la Ley de Extranjería”. Por tanto, y así lo recalca la APROGC, “también aquí la actuación de los guardias civiles fue correcta
”, aunque haya medios de comunicación, “faltos de ética”, que ahora “no lo reconozcan”.
“Aquellos que sin ninguna prueba afirmaron que no se había cumplido con los trámites legales para la readmisión de los inmigrantes, deberían explicar ahora en qué se basaron para hacer tales acusaciones y la Abogacía del Estado debería querellarse contra ellos por denuncia falsa si esas acusaciones se hubieran realizado con temerario desprecio hacia la verdad”, exige la APROGC, que también critica “a aquellos sindicatos de policía, medios de comunicación y partidos políticos que llevan más de un año generando confusión, empeñados en decir que sólo la Ley de Extranjería es de aplicación”. “Deberían rectificar públicamente ahora”, concluye la asociación.
http://www.aprogc.es/la_guardia_civil/detalle/as___expresan_su_hartazgo_los_guardias_civiles_de_ceuta_y_melilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario