El sábado 14, es decir hace nada, un grupo de amigos de Facebook decidimos conocernos porque después de cuatro años comunicándonos y compartiendo opiniones, nos apetecía. Lo cierto es que tenía algo que celebrar y lo dije; mi blog, www.marisolayala.com, está a punto de alcanzar el 1.000.000 de visitas y me apetecía compartir esa alegría.
Y nada, que nos pusimos en marcha y aunque entre mis muchas (siiiii…) habilidades no figura la organización de eventos, me embarqué pero echando mano de mis amigas especialmente de Rita Nuez porque ella al ver mi caguelo en semejante marrón levantó la mano y dijo: “¡yo lo organizo!”. Lo cierto es que en menos que canta un gallo, Rita reclutó a Blas Hernández y entre los dos comenzaron a moverse para que nada fallara. Y efectivamente así fue.
En total se apuntaron unas 60 personas; nos reunimos en la cafetería Líder de la Casa del Marino para compartir y pasar un par de horas de charlas, tomando unas copas, conociéndonos. La cosa es que esas “dos horas” se convirtieron en 4 y en algunos casos en seis… ¿Poor…?, pues porque entre los amigos había alguna sorpresa musical.
Estaba Eduardo Moreno “Chachón”, con guitarra incorporada, Mari Carmen con su cuatro y Rafa del Castillo que agarró otra guitarra y, entre todos, lo que iba a ser una cenita de “bueno, prontito a casa” subió el nivel y acabamos cantando, riendo, contando, comiendo y fotos y fotos y más fotos… Hasta que apareció la voz de la admirada Pepa González, la mejor bolerista de Canarias no tengo dudas, y mandó parar. Pepa se arrancó con temas muy conocidos que como siempre dejó a todos con la boca abierta. Como María Eugenia Zerpa o como Coca de Armas que nos pusieron los pelos de punta, más, la verdad, Coca que escenificó y todo…Maru cantó como siempre; chorro de voz, si señora. Y Loli Rivero, voz que fue de Mestisay antes de que el grupo se redujera a un dúo, se echó también unas cuantas canciones.
¿Sorpresa?, la que me dieron mis amigas que ensayaron la canción “Princesa” de Sabina y la cantaron por primera vez en sus vidas. Valoro el esfuerzo.
Y poco antes de los cánticos, llegaron algunos regalos y detalles muy cariñosos y tiernos que agradezco mucho. No mencionaré a nadie pero ellos y ellas saben de quienes hablo. Gracias.
En medio del sarao alguien apagó la luz y tachín, tachín, tachín, apareció una tarta enorme con velas que conformaban el número 1.000.000 y con la leyenda “amigos de Marisol Ayala”.
Una noche muy bonita, llena de amigos que me quieren un poco y así lo dije cuando agradecí el acto; hablé de la importancia de la amistad, de estar juntos, de compartir y de valorar lo que tenemos.
Gracias.
FUENTE : http://www.marisolayala.com/
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