Puede que alguna vez nos que vamos por la calle a altas horas de la noche, por una zona poco iluminada y en la que no hay muchas personas. Nuestros sentidos se agudizan, estamos alerta, somos conscientes de que hay probabilidades de que alguien, con sus peores intenciones, intente hacernos daño o quitarnos lo que es nuestro. Sí, suele pasar.
¿Y si pasa? ¿Qué hago?
Lo normal es que nos encontremos en un estado de indefensión, ya que quien o quienes nos aborda, se ha asegurado de tomar las precauciones necesarias para tener superioridad, ya sea en número, en fuerza, o simplemente portando algún tipo de arma con el que nos intimiden lo suficiente. El ser humano tiene instinto de supervivencia, que a veces se traduce en miedo, y el miedo, en concesión, por lo que si nos están pidiendo que le demos todo lo que llevamos encima, normalmente lo haremos. Pero ojo, no todos actuamos así, y es que a veces pecamos de valentía; y amigo/a, el cementerio está lleno de héroes.
Mirad, no es lo mismo un hurto, que un robo con fuerza, o que un robo con violencia y/o intimidación. Nuestro Código Penal los tipifica de distinta manera y dada la gravedad del delito, cada cual conlleva una pena superior. Así, por ejemplo, para que todos los tengamos claro, vamos a diferenciar las 3 situaciones en las que podemos ser "robados" (luego ya veréis cómo no usáis este término y asignaréis a cada caso concreto en que corresponde) Para ello, como siempre, nos ceñiremos a la legislación vigente, en este caso el Código Penal.
El Hurto: El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño será castigado, como reo de hurto, con la pena de prisión de seis a dieciocho meses si la cuantía de lo sustraído excede de 400 euros.
El Robo con Fuerza: Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para acceder al lugar donde éstas se encuentran
El Robo con Violencia y/o Intimidación: El culpable de robo con violencia o intimidación en las personas será castigado con la pena de prisión de dos a cinco años, sin perjuicio de la que pudiera corresponder a los actos de violencia física que realizase.
Y para entenderlo mejor, pondremos 3 ejemplos:
Ejemplo de hurto: El típico carterista del metro. Al descuido, con pericia, sin violencia ni intimidación, y sin fuerza en las cosas, te sustrae la cartera sin que te enteres.
Ejemplo de robo con fuerza: Reventar la cerradura del garaje de tu vecino, cogerle el coche y llevártelo.
Ejemplo de robo con violencia/intimidación (el que nos interesa para este tema): Nos ponen un cuchillo en el cuello y nos exigen el dinero. Nos dan una paliza y tras ellos nos roban el móvil. O bien, crean en nosotros el miedo suficiente con su actitud que nos lleva a hacer lo que nos pidan (intimidación suficiente).
Pues bien, volviendo al tema.
Como decía, el cementerio está lleno de héroes, por lo que mi consejo es el siguiente:
Si alguna vez os encontráis en una situación en la que sois abordados por una o varias personas, que os exige de modo claramente amenazador o intimidatorio, en el que verdaderamente penséis que vuestra vida o integridad corre peligro, y no hay posibilidad de escapar o huir, dale lo que te pide. El dinero, el móvil, o la pulsera de oro no valen nuestra vida. Quizá pienses que van de farol y solo quieren asustarte para que les des tus cosas; cuidado, alomejor sí o alomejor no, no corras el riesgo. Por lo tanto, ¿qué debes hacer ante tal situación?
a) Acceder y darle lo que te pide.
b) Importante, intenta memorizar sus características físicas: color de piel, acento, vestimenta, posibles piercings o tatuajes visibles, altura, etc.
c) En el momento que ya te ha dejado irte: salir de ahí cuanto antes y: llamar a la policía y explicarles lo que te acaba de pasar, dándole todos los detalle que hayas sido capaz de memorizar. Los agentes de la Sala que te han atendido pasarán inmediatamente el comunicado a las patrullas de la zona e irán a buscarlo. Seguidamente, si has sufrido alguna lesión, vas al médico y te hacer un parte. Por último, acudes a comisaría a presentar la correspondiente denuncia adjuntando el parte médico que te acabas de hacer.
Por tu parte ya está todo hecho, has sido capaz de salir ileso o ilesa de una situación en la que podrías haber acabado muy mal. Mirad, hace poco, un conocido volvía a casa a las 7 de la mañana, iba "whatsappeando". Lo pararon 2 individuos y le exigieron que les diera el móvil. Este se resistió, y le acabaron rompiendo una botella de cristal en la cabeza; resultado: 17 puntos de sutura. ¿Creéis que valía la pena? Yo creo que no.
Recordad, es muy importante quedaros con las características de la/s persona/s que os aborda. Suelen ser delincuentes habituales, ya conocidos por la Policía. Es muy posible que pasados unos días, los agentes de la brigada correspondiente os llamen para enseñaros fotos de un "álbum de delincuentes habituales" y ahí identifiquéis a vuestros agresores.
Espero que este artículo os sirva de ayuda, y recordad: de héroes está el cementerio lleno.
fuente : http://somos-policias.blogspot.com
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