Artículo de opinión
(Por Julio César González Padrón)
Aunque nuestro país España, siempre según las estadísticas, y les puedo asegurar que, en esta ocasión no son las del CIS de Félix Tezanos (que no dice una verdad ni que se lo proponga), sino auténticas, verdaderas e independiente, seguimos estando a la cola del uso y adquisición de los coches eléctricos dentro de los países que conforman la CE, aunque sería de iluso el negar que cada vez se vean más coches eléctricos transitando por las calles de nuestras ciudades y suelo patrio hispano, tanto insular como continental o peninsular.
Yo, sin ser “ingeniero”, pues me quedé en “Maúro marino Mercante y de Telde”, me voy a atrever a hacerles un análisis crítico sobre las “ventajas y desventajas” que yo veo en estas “novedosas maquinas eléctricas”, que nos gusté o no, han llegado para quedarse.
En primer lugar y como ventajas, destacaría el ahorro a largo plazo; y cuando digo a largo plazo digo bien pues, aunque el precio inicial puede ser más alto, los costos de mantenimiento y combustible son significativamente menores, lo que supone un ahorro a largo plazo.
Por ejemplo, cargar un coche eléctrico en casa, puede costar menos de 20 euros para recorrer la misma distancia que, con un coche de gasolina que, gastaría unos 80 euros.
Menor gasto en mantenimiento debido a la ausencia de piezas como filtros de aceite, aire, combustible o sistemas de escape.
También hay que valorar los beneficios medioambientales, pues no emiten CO2, ni gases contaminantes, contribuyendo así a mejorar la calidad del aire.
El acceso a zonas de bajas emisiones y ventajas fiscales, como descuentos en impuestos de circulación.
Los Avances tecnológicos apartan cada vez mayor autonomía en los modelos recientes, amén de más puntos de recarga disponibles o las innovaciones, como frenos regenerativos que prolongan la vida útil de las piezas.
Hay que valorar también, los Incentivos económicos pues, aunque el Plan Moves III ha finalizado, algunas marcas siguen ofreciendo descuentos y beneficios adicionales, como serían estaciones de carga gratuitas.
Pero como no existe noche si día, guapos sin feos, también en los coches eléctricos, no todo son ventaja; también tienen sus inconvenientes y que no pocos precisamente, como el “precio” de compra que, continúa siendo elevado, a pesar de los incentivos, el coste inicial, que los sigue separando de un clásico coche de combustión.
En cuanto a la infraestructura de carga, aunque está mejorando día a día la red de puntos de recarga, aún no es tan extensa como las gasolineras y es que eso, sobre todos en la península, que se pueden recorrer largas distancias hay que tenerlo muy presente, para evitar sustos innecesarios. Otra cosa muy a tener en cuenta es que la carga en casa, puede ser demasiado lenta si no se cuenta con un cargador rápido.
Otro aspecto a tener a considerar es que, por lo pronto, aunque mejorando en los nuevos móldelos, es su autonomía limitada que, sigue siendo menor en comparación con los de combustión.
Luego apuntamos algo, que nos afecta mucho a los españoles, y es que nuestros coches nos suelen durar hasta 25 años y que, en estos casos de los eléctricos, la vida útil de las baterías está actualmente entre 9 a 10 años, y su reemplazo puede ser costoso; Estamos hablando del orden de los 12.000 /13.000 euros, que no es lo que se dice precisamente “moco de pavo” para el bolsillo, cuando el cochecito cumpla esos 10 años de edad.
Ahora vamos a reflexionar en el cómo impactan los coches eléctricos en el medio ambiente a largo plazo
Los coches eléctricos tienen un impacto ambiental positivo y también negativo a largo plazo, dependiendo de varios factores; aquí de nuevo se da el caso de que no existe noche sin día o guapos sin feos,
Como impactos “positivos a largo plazo” podemos citar:
La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pues durante su uso, los coches eléctricos no emiten dióxido de carbono (CO2), ni otros gases contaminantes. Esto contribuye a mitigar el cambio climático, especialmente si la electricidad utilizada para cargarlos proviene de fuentes renovables como la eólica o solar.
La menor contaminación acústica está clara; de todos es sabido que, los motores eléctricos son silenciosos, lo que reduce la contaminación sonora, especialmente en áreas urbanas.
La menor dependencia de combustibles fósiles, pues al fomentar el uso de electricidad, disminuye la necesidad de extraer petróleo, lo que reduce el impacto ambiental de la industria petrolera.
Y ahora destacaremos los impactos negativos a largo plazo, como la producción y reciclaje de baterías.
La fabricación de baterías de iones de litio requiere una la explotación de una minería intensiva de materiales como litio, cobalto y níquel; lo que puede causar daños al medio ambiente y problemas sociales en las regiones mineras, ya que, si no se gestionan correctamente, las baterías usadas pueden convertirse en desechos peligrosos; sin embargo, hay que apuntar que, en este campo los avances en reciclaje prometen reducir este impacto.
Otras cosas a tener en cuenta como negativo es la “huella” ambiental de la generación de electricidad. Si la electricidad utilizada para cargar los coches eléctricos proviene de fuentes no renovables como serian el carbón o el gas natural, su huella de carbono puede ser significativa.
El consumo de recursos naturales: para la producción de coches eléctricos requiere más recursos en comparación con los coches de combustión, lo que incluye materiales y energía.
En resumen, los coches eléctricos si los fabricantes quieren tienen un enorme potencial para reducir el impacto ambiental a largo plazo, especialmente si se avanza en el uso de energías renovables y en las de tecnologías de reciclaje más sostenibles.
Si quisiéramos hacer groso modo una comparación de los coches eléctricos con los de gasolina en términos de impacto ambiental, diremos que, comparar el impacto ambiental de los coches eléctricos y los de gasolina revela diferencias notables a lo largo de todo su ciclo de vida; desde su producción, hasta su uso y disposición final.
Aquí les muestro a continuación un análisis detallado:
Los Coches eléctricos durante su uso, no generan emisiones directas de gases contaminantes ni CO2. Por lo tanto, resultan especialmente beneficiosos en áreas urbanas, al reducir la contaminación del aire y el ruido. Sin embargo, su impacto depende de cómo se genera la electricidad utilizada para cargarlos (renovables u combustibles fósiles).
Por el contrario, los coches de gasolina emiten CO2, óxidos de nitrógeno (NOx), y partículas contaminantes mientras están en uso. Esto contribuye como apunté antes, al cambio climático, la contaminación del aire y problemas de salud pública.
Y el reciclaje de baterías sigue siendo un desafío ambiental debido a su complejidad; aunque como dije antes, ya se están tomando medida que avanza la tecnología, y se están desarrollando métodos más sostenibles para reutilizar y reciclarlas
De todas formas, las piezas de los coches de gasolina y materiales, son más fáciles de reciclar en comparación con las baterías de los coches eléctricos, pero el impacto acumulativo del consumo de combustible durante su vida útil es mucho mayor.
En cuanto a la famosa “Huella de carbono total”, tan de moda últimamente, recientes estudios nos demuestran que los coches eléctricos suelen tener una menor huella de carbono total a lo largo de su vida útil, especialmente si la electricidad se genera con fuentes renovables. Pues, aunque la fabricación inicial tiene un mayor impacto, se compensa con la reducción de emisiones durante su uso. En cambio, los coches de gasolina mantienen emisiones constantes y significativas durante toda su vida.
En resumen, aunque los coches eléctricos tienen un impacto ambiental inicial más alto debido a la producción de baterías, su huella de carbono a lo largo del tiempo es menor que la de los coches de gasolina, particularmente si se sigue avanzando hacia energías limpias.
En 2025, la tecnología de los vehículos eléctricos ha avanzado significativamente, marcando un antes y un después en la movilidad sostenible, como por ejemplo en las Baterías de estado sólido.
Estas baterías ofrecen mayor densidad energética; lo que permite autonomías de hasta 1.000 kilómetros con una sola carga; además, son más seguras y reducen los tiempos de carga a menos de 20 minutos, algo impensable hace tan solo unos años.
Sin olvidarnos del uso de materiales alternativos que se están desarrollando baterías con materiales como el sodio o el magnesio, que son más económicos y menos dependientes de recursos críticos como el litio, valorando que resulta muy importante la posibilidad de carga ultrarrápida y bidireccional; los nuevos sistemas de carga permiten recuperar el 80% de la batería en menos de 10 minutos. Además, la carga bidireccional (Vehicle-to-Grid o V2G) permite que los coches devuelvan energía a la red eléctrica, optimizando el uso de recursos renovables.
Sobre la conducción autónoma avanzada, hay que apuntar que las tecnologías como el sistema de asistencia al conductor de Zeekr, que utiliza sensores Lidar, ADS (advanced Driver, Assistance System, por sus siglas en ingles), que funciona con tecnología láser y se usan en los vehículos más sofisticados con chips avanzados que, actúan para ayudar al conductor tomar decisiones con seguridad, están llevando la conducción autónoma a nuevos niveles de seguridad y eficiencia realmente notables.
El uso del Grafeno en baterías, conocido por su ligereza y resistencia, está revolucionando las baterías al hacerlas más ligeras, con mayor capacidad de almacenamiento y tiempos de carga más rápidos.
Como han podido ver, mis queridos amigos, todo indica o por lo menos parece apuntar a que el futuro pinta bien para los coches eléctricos, pues estos avances no solo están mejorando la autonomía y la eficiencia de los vehículos eléctricos, sino que también los están haciendo más accesibles al bolsillo y por lo tanto sostenibles.
Y para acabar, como de costumbre utilizando a nuestro rico léxico canario y así de camino, y como el que no quiere la cosa, le hago propaganda a mi libro titulado: “Léxico Canario, Expresiones y nombre s Aborígenes” escojo una de nuestras expresiones para dirigirme a los indecisos a la hora de adquirir un coche eléctrico y al final se deciden por el de gasolina o combustión … ¡cristiano!... De aquellos ojos que te vieron dir… Dios quiera que aciertes con este nuevo novio, porque si no…. Vemería purísima, la que se va a armar este año en la fiesta del Pino… ¡Qué cosas!
Fdo. Julio César González Padrón
Marino Mercante y escritor
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