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domingo, 16 de marzo de 2025

TEORIA ECONOMICA PARA APLICAR EN LOS PAISES LLAMADOS BRICK

Julio César González Padrón

Artículo de opinión

(La exposición de la misma en TVC casi me cuesta el despido de mi trabajo en su día)

Por Julio César González Padrón

Vaya por delante que quien hoy escribe este artículo, no es ningún economista “de título”, aunque en la carrera de  Náutica, nos impartieron durante los tres primeros años una asignatura que se denominaba “Economía Marítima”, la cual  dicho sea de paso, aunque estaba enfocada al mundo marítimo y los asuntos económicos  derivados de este,  te enseñaba algunas teorías más amplias, que con el tiempo, mucha mar viendo  por la proa , mucho mundo y mucha acumulación de  salitre en los ojos, terminé formando mis propias teorías económica

,  pero ¡Pobre de mí!, pues un mal día, acepté una invitación que me hiciera la Televisión Canaria, para acudir a uno de aquellos “programas entrevista y aprovechando de que el Pisuerga pasaba por Valladolid, me despaché a gusto exponiendo   con pelos y señales mi teoría económica con la que pretendía aportar mi granito de arena a mejorar un poco la situación, especialmente de un tipo de país y sociedad.

 La cosa no gustó nada a un empresario de Canarias , conocido por su clásica vestimenta de “guayabera blanca”, que poseía sucursales en todas las Isla, y que se había “especializado” en “cazar” subvenciones del gobierno de Canarias y de la CE,  quien dicho sea de paso, al escucharme en directo, y no gustarle mi exposición, pues pensó, que atacaba a sus intereses empresariales (tenía ramificación en todas las islas)  no se cortó un pelo y llamó inmediatamente a nada más y nada menos que, al presidente de mi compañía naviera, donde yo ejercía como delegado en el Puerto de Las Palmas, para comunicarle que, “su delegado en Gran Canaria, estaba diciendo atrocidades por televisión en contra del modelo empresarial en vigor”.

 La cosa resultó, que por cometer “tal delito”, casi me cuesta la calle, hasta tal punto, que tuve que pedirle al periodista entrevistador de la TVC que, por favor no repitiera el programa en diferido por la noche, como estaba previsto, porque me estaba jugando “el pan de mis hijas” 

Por eso, hoy que ya jubilado y por lo tanto, ya puedo hablar y escribir con “la libertad de los condenados”, y sin ningún ánimo de venganza contra aquellos que quisieron cortarme la cabeza en su día, “por revolucionario”, me animo a publicarla de nuevo, pero en esta ocasión por escrito. ¡VIVA LA LIBERTAD, CARAJO!

 Convencidos entonces y ahora que tenía razón y que mis teorías económicas, aunque no fueran del agrado, del empresario canario de la “guayabera blanca”, especialista en acaparar subvenciones del gobierno de Canarias, ayudarían al desarrollo en positivo de la sociedad; y muy especialmente de aquellas que conformaban y conforman hoy los países llamados “BRICS”.

Para comenzar explicaré que es un país “Brics”.

Estas iniciales en inglés “BRICS”, se empleaba par para referirnos a Brasil, Rusia, India, China, o Sudáfrica (luego se han ido incorporando más países), y es un termino que se utilizó por primera vez en un informe de Goldman Sachs que les llamó BRIC, porque por aquel entonces no se incluía a Sudáfrica. 

Estos actualmente representan una “asociación económica y política” con un gran potencial de crecimiento.

Sus objetivos son entre otros, la creación de un orden mundial inclusivo y el uso de monedas locales en el comercio internacional, en lugar de tener que usar el clásico dólar estadounidense.

Las ventajas en principio, es que lo conforman países que tienen mucho dinero y mucho poder y además también, mucho interés en comprar lo que otros producen, con el objeto de ayudar a diversificar los mercados.

Aclarado a groso modo lo que es una nación o país “BRICS”, paso a explicar mi teoría económica, que creo que, especialmente a ellos les vendría, que ni pintada por encargo, aunque siguiera sin gustarle al de la “guayabera blanca”

Mi teoría está  fundamentada en principios éticos masónicos emanados de la misma Revolución Francesa de 1789 y basada en la “igualdad, la solidaridad, y la fraternidad”, y todo ello llevado a las ciencias económicas, creando así un “tercer modelo económico” a poner en práctica, el cual fuera capaz de llevar a la Humanidad, al reparto más equitativo de la riqueza mundial, sin la necesidad de tener que  echar mano a los otros dos modelos que existen en la actualidad; “el capitalista liberal o neoliberal  y el comunista”, que desde mi humilde punto de vista, comienzan aquedarse obsoletos para el siglo XXI, demasiado poblado y globalizado, donde el 80%  del desarrollo depende casi en exclusiva de un sola materia prima, con caducidad por agotamiento natural en el tiempo, como es el petróleo.

Por otra parte existe demasiado dependencia de “los caprichos” del sistema  financiero actual , con resultados relativamente fáciles de alterar por la “Gran Banca” , la que yo denomino “lacra de la humanidad”, porque ha alcanzado tal poder que, por si sola es capaz de controlar a multinacionales, como las del tipo petroleras o farmacéuticas, controlando y moviendo de esta forma a su antojo  la economía del planeta y siempre bajo su conveniencia puntual, hasta tal extremo que poseen la capacidad real de hacer caer o arruinar a un país,  e incluso provocar guerras, como la que ahora sufre  Ucrania.

Por ello, el mundo actual necesita rápidamente poner en marcha teorías económicas novedosas que permitan al Estado intervenir en determinados bienes y servicios cuyos costes de producción resulten muy bajos y por lo tanto, no susceptibles de mejoras tecnológicas.

Dichos bienes y siempre de acuerdo a mi teoría, serían administrados no al coste de mercado, sino al de producción pura y dura. De esta forma la población se vería beneficiada por la mayor facilidad en acceder a estos recursos.

Esto produciría sin lugar a dudas y casi de una forma automática, un aumento en el poder adquisitivo, al disminuir esos gastos “intervenidos”.

Las empresas privadas se animarían así a crear productos cada vez más competitivos, ya que encontrarían la demanda necesaria al disponer el ciudadano de a pie, de mayor capacidad de ahorro y, por lo tanto, la posibilidad de aumentar el consumo.

El problema surgirá precisamente en que serían las propias empresas las que producirían esos bienes básicos y estos sería el principal soporte de sus beneficios; por lo que es de esperar que trataran de obstaculizar el intervencionismo.

La idea de éste por mi llamado “tercer sector”, surge precisamente por esa necesidad imperiosa de canalizar los potenciales aumentos de producción que no llegan a materializarse por falta precisamente de capacidad adquisitiva, a causa de los avances moderados o nulos de los salarios actuales frente al aumento de los beneficios empresariales, como ocurre actualmente en Canarias con el sector turístico. (muchas ganancias, pero poco reparto)

Desde mi humilde punto de vista de marino mercante y además  “maúro” de Telde,  pienso que  el sistema neoliberal capitalista, que promulga Donal Trump y su “paje” Elon Musk, sufriría un problema que  intentarían  resolver, pero que al mismo tiempo se les complicaría y mucho “la jugada” , precisamente  por el aumento de los beneficios actuales y su  incapacidad de inyectarse en la economía real; pues esa maléfica política  en la  búsqueda constante  de ofrecer salarios bajos en países emergentes, provoca en la población del llamado “primer mundo” cada vez más pobreza o menor poder adquisitivo; en consecuencia, se verían incapaces de consumir esos bienes o productos que sus empresas producirían. 

El desarrollo de la capacidad productiva del capitalismo aumenta exponencialmente, por lo que, el dinero excedente busca refugio donde poder rentabilizarse mejor y siempre dentro del sistema.

Pero paradójicamente se encuentran que no existe otro, y de esta forma aparecen de nuevo las llamadas “burbujas especulativas” que, como ya nos ha demostrado la Historia, conllevan un peligro para todos y muy especialmente para los más débiles, como casi siempre.

Por eso estos “carroñeros del poder” “vampiros económicos insaciables”, especulan tan vilmente con el petróleo, con las materias primas, con la alimentación y por último con el sistema financiero del que depende que, todo el sistema productivo en su conjunto funcione, como decíamos antiguamente, “como un reloj suizo”

Por eso insisto y me mantengo que en contra de estos males se hace necesario crear ese “Tercer Sector”, que no hay que confundirlo con el “sector servicio”; cosa que no entendió en su día, aquel empresario canario de la guayabera blanca, que pidió a mi presidente, mi cabeza servida en bandeja de plata. 

Este nuevo sector de actividad económica, tiene que ser diferente al Sector Privado y al Público, que son los que tradicionalmente suministran bienes y servicios, tales como la Sanidad o la Educación.

Este nuevo sector del que les hablo, tendría que ser gestionado por el propio Estado y serian las empresas públicas las que tendrían que encargarse de producir bienes, como pudieran ser los productos farmacéuticos o internet. De esta manera se evitaría que apareciera el fantasma de la crisis por la superproducción.

El capitalismo puro y duro, necesita algún tipo de “drenaje” para sobrevivir; pues no es casualidad que las crisis aparezcan siempre en economías como la americana, que basan su idoneidad en el crecimiento.  Lo que las convierten en definitiva en crisis de superproducción.

Sin embargo, si somos capaces de combinar una política prioritaria con el control de la inflación y defensa de la competencia, nos convertiríamos en un Estado que promueve el bajo crecimiento; un Estado estacionario que impide paradójicamente la aparición de nuevas empresas.

De esta manera, se evitaría el desencadenamiento de la crisis, pero frenando el avance que sufren el corsé de estas políticas.

Yo se que soy un romántico idealista, que lamenta que el mundo empresarial actual se aleje cada vez mas de los valores Humanistas aplicados a la vida diaria y en el que me fundamento para exponer mi teoría; por ello,  hasta puedo entender que no compartir mi idea aquel empresario de la “guayabera blanca” especializado en levantarle subvenciones al gobierno de Canarias y a la CE como el REA (restituciones arancelarias de la Unión Europea), al mismo tiempo que aplaudía  hasta con las orejas, el “anacronismo” arancelario  que existe en Canarias con ese arancel injusto, ideado para proteger a empresarios como él, y que es el AIEM (arbitrio sobre importaciones y entregas de mercancías en las Islas Canarias), le  sonaba a ideas “revolucionarias” que  debían  ser rechazadas; porque aunque sabía que yo actuaba  al exponerlas públicamente y  por TV de buena fe, a él lo que le interesaba era ganar y ganar dinero a toda costa , sin tener en cuenta , que medio mundo padeciera las consecuencias de una crisis económica.  Pues aquellos neoliberalistas salvajes, que adoran al Dios “Don Dinero” por encima de todas las cosas, relegando a un segundo y tercer plano al propio Hombre y sus principios éticos y morales, entiendo que solo les pueda interesar   el valor de la riqueza, obtenida de forma rápida y fácil y a ser posible subvencionada. 

 Y para terminar el articulo como como a mi me gusta, empleando las expresiones del rico léxico canario, te diré que… ¿De aquel negocio?... No me hable cristiano… ¡Amargos chochos!... La casa inundándose y él en Belén con los pastores… ¡Qué cosas!



Fdo: Julio César González Padrón

Marino Mercante y escritor


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