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lunes, 6 de julio de 2015

El océano profundo puede ayudar a enfriar el planeta


Los resultados de un estudio internacional liderado por científicos del Instituto de Ciencias del Mar indica quehace unos 20.000 años, durante la época de máxima extensión de las capas de hielo del último período glacial, las aguas profundas del Pacífico este ecuatorial estuvieron menos ventiladas, lo que, en principio, permitió acumular más CO2  y alejarlo de la atmósfera. Las conclusiones de este trabajo apoyan la teoría de que los océanos podrían haber tenido un papel clave como responsables de los cambios en los niveles de CO2 registrados en la atmósfera durante épocas frías y cálidas.

El trabajo, que se publicó el pasado viernes 3 de julio de 2015,  en la revista Nature Communications, está integrado por los investigadores María de la Fuente y Eva Calvo (ICM-CSIC), Luke Skinner (Universidad de Cambridge), Carles Pelejero (ICREA y ICM-CSIC) e Isabel Cacho de la Universidad de Barcelona. "La ventilación oceánica hace referencia, principalmente, al tiempo que una masa de agua lleva alejada de la atmósfera, en profundidad, y que puede ser estimada a través del análisis del carbono 14 o radiocarbono", explica María de la Fuente, investigadora del ICM y primera firmante del trabajo. Este elemento se forma en la atmósfera de forma continuada y es posteriormente incorporado por la biosfera terrestre y los océanos.  

Los resultados de este estudio muestran la existencia de una masa de agua profunda unos 1.300 años más vieja que la actual en el Pacífico este ecuatorial durante el último período glacial. Con el inicio de la deglaciación, la señal de carbono 14 indica una "reactivación" de la circulación oceánica, cambio que coincide con el aumento de CO2 en la atmósfera. Para Eva Calvo, "Estos resultados apoyarían la hipótesis de que los océanos almacenaron grandes cantidades de CO2 en profundidad durante el último glacial, pudiendo regular así la concentración atmosférica a escala glacial/interglacial.

Los sedimentos marinos, fuente de información ambiental  
En el trabajo, los investigadores han analizado la evolución de la ventilación del Pacífico este ecuatorial durante los últimos 25.000 años con el objetivo de detectar la existencia de una masa de agua profunda más envejecida que la actual. Según explica Carles Pelejero "una masa de agua envejecida, además, tiende a acumular más CO2 disuelto, procedente de la acción de los microorganimos que oxidan la materia orgánica. Esta acumulación de CO2 en profundidad podría ser responsable de los cambios atmosféricos acontecidos durante la última deglaciación."

Con este objetivo, han analizado la señal de radiocarbono preservado en el esqueleto de pequeños microfósiles (foraminíferos) acumulados en el sedimento marino del fondo oceánico durante los últimos 25.000 años. El radiocarbono decae con el tiempo, lo que permite estimar la edad de una masa de agua. Así, cuanto más tiempo lleve una masa de agua sin intercanviar gases con la atmósfera, menor contenido en radiocarbono tendrá, más envejecida estará. "Algunos de estos foraminíferos vivían en la superficie mientras que otros vivían en el fondo. La diferencia de edad entre ellos, a lo largo del tiempo, nos aporta información sobre cambios en la tasa de ventilación de esta agua y, por tanto, de cambios en la circulación desde el último máximo glacial hasta nuestros días" señala de la Fuente.
En el presente contexto de aumento desproporcionado en las emisiones de CO2 antropogénico, el estudio y mejor comprensión de la evolución del ciclo del carbono en el pasado resulta imprescindible para poder predecir posibles impactos futurostanto sobre el clima del planeta como sobre la acidificación oceánica. 

Artículo: Maria de la Fuente, Luke Skinner, Eva Calvo, Carles Pelejero and Isabel Cacho. Increased reservoir ages and poorly ventilated deep waters inferred in the glacial Eastern Equatorial Pacific. Nature Communications. Doi: 10.1038/ncomms8420. 

Imagen. Panel A: Diagrama esquemático de la circulación del Océano Austral en profundidad, donde el afloramiento de aguas profundas, ricas en CO2, ponen este gas en contacto con la atmósfera. Panel B: Edad de las diferentes masas de agua, más envejecidas en profundidad. En azul, datos obtenidos a partir del análisis de foraminíferos de una época glacial, que muestran la existencia de aguas más envejecidas (menos ventiladas)


FUENTE . http://www.bajoelagua.com/mundo-submarino/noticias/2015-07-06/oceano-profundo-puede-ayudar-enfriar-1142.html

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