8 horas de infarto en una balsa

Ocho horas de infarto en una balsa salvavidas hasta que fueron rescatados. Dos olas reventaron contra el casco del Calafu dejándolo boca abajo. Jonathan y Rayco, dos pescadores con experiencia de Castillo del Romeral, se mantuvieron a la deriva en total oscuridad. Pero fueron capaces de guardar la calma y eso les salvó.

Desde las dos de la madrugada hasta las diez de la mañana a la deriva en una balsa. Pese a ello, fueron capaces de mantener la calma. Jonathan Fernández, de 27 años, y Rayco García, de 29, se vieron sorprendidos mientras pescaban pota en aguas entre Gran Canaria y Fuerteventura. Dos olas  reventaron contra el casco de El Calafu, de 8,5 metros de eslora. Con la primera se inundó y con la segunda se volcó.

La balsa salvavidas se abrió sobre la marcha y pudieron subirse encima para ponerse a salvo. «Todo fue muy rápido, el tiempo no parecía que estuviera muy malo, pero esas dos olas volcaron el barco. Al principio impresiona, te asustas un poquillo, pero luego te quedas un poco más calmado», explicaron ayer los dos jóvenes pescadores de Castillo del Romeral. 

Afortunadamente, el barco no se hundió en las profundidades. Se formó una bolsa de aire que lo mantuvo a flote con la quilla hacia arriba. Así se quedó toda la noche al lado de la balsa salvavidas. Fue una suerte que la embarcación no se hundiera porque en ella se hallaba la radiobaliza, de la que no pudieron hacer uso hasta que amaneció.

Aproximadamente a las 8.30 horas de las mañana, Jonathan se metió debajo del barco y sacó la radiobaliza. «Tuve que bucear para sacarla, estaba en el techo del puente, metida debajo», señaló Jonathan.  «Fue encender la radiobaliza y una hora y media después, en torno a las diez de la mañana, el barco de Armas nos recogió», añadió Rayco.

Un buque de Armas, el Volcán de Timanfaya, que cubre la ruta entre Las Palmas de Gran Canaria y Morro Jable, rescató a los náufragos a 25 millas de Fuerteventura tras recibir una llamada de Salvamento Marítimo. El capitán del Volcán de Timanfaya, Jamil Jabur, explicó que las labores de rescate fueron complicadas. «Había bastante mal tiempo, no podíamos bajar el bote de rescate, porque en esas condiciones de mar era muy peligroso y poníamos en riesgo las vidas de dos tripulantes. Al final, decidimos hacer una maniobra con el barco, tiramos unos aros salvavidas y fuimos acercando el barco para que pudieran subir por la escala».

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