Para contar esta historia hay que remontarse al verano de 2012. Se detectaron entonces en Doel 3 y Tihange 2, 8.000 y 2.0000 grietas respectivamente lo que motivó el cierre de ambos reactores. En enero de 2013, FANC le pidió al operador de los reactores un conjunto de requisitos que tenía que cumplir antes de un reinicio. En mayo de 2013, FANC concluyó que todos los problemas de seguridad se habían resuelto y, en consecuencia, después de casi un año, Doel 3 y Tihange 2 se volvían a poner en marcha. Aunque algunos expertos independientes advirtieron que era irresponsable reiniciarlos, antes de concluir todas las pruebas.
Una de estas pruebas inconclusas fue la realización de pruebas en el impacto de la radiación sobre las propiedades de los materiales de las muestras agrietadas. Los resultados indicaron que las propiedades mecánicas del material se ven alteradas mucho mas que lo previsto en la teoría. Estas pruebas nunca se habían realizado en el mundo antes y los resultados afectan no sólo Doel 3 y Tihange 2.
Lo que pasa en Bélgica nos afecta en España, hay 22 reactores similares en el mundo, dos de ellos en España: Garoña y Cofrentes. En el caso de Garoña, además el Consejo de Seguridad Nuclear condicionó su reapertura a la inspección de la vasija del reactor para descartar defectos similares a los detectados en la central nuclear belga de Döel.
El 25 de marzo de 2014, GDF-Suez / Electrabel, que es el operador, informó a FANC sobre estos alarmantes resultados y, "como medida de precaución", decidió una vez más parar Doel 3 y Tihange 2. Parece ser que en esta ocasión la parada será definitiva. En España Garoña está también parada, y desde luego que esta parada también debe ser definitiva.
Raquel Montón
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