Un consorcio internacional de investigadores han descubierto el efecto dual de un antibiótico actualmente usado en veterinaria, que inhibe en ratones y en líneas celulares dos factores de transcripción relacionados con la aparición del sarcoma de Ewing, un cáncer muy agresivo que afecta a niños y jóvenes.
Los resultados del estudio, que ha contado con la participación de la Universidad de Georgetown, Washington, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Hospital San Juan de Dios de Barcelona, han sido publicados en la revista 'International Journal of Oncology'.
Concretamente se trata de thiostrepton, una pequeña molécula de origen natural; según los investigadores, aunque no está previsto que esta misma molécula se pueda utilizar directamente para este uso en humanos, el hallazgo ayudará a buscar nuevos fármacos que tengan el mismo efecto.
En estos términos se ha explicado el jefe del grupo de investigación en sarcomas del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el doctor Oscar Martínez-Tirado, quien destaca que "estos resultados abren la puerta a que otros grupos trabajen en el desarrollo de moléculas análogas con mejores características farmacocinéticas".
El sarcoma de Ewing se caracteriza por una translocación cromosómica que provoca la expresión del oncogén EWS/FLI1, responsable de la enfermedad. "Todos los esfuerzos para buscar nuevas terapias se centran en detener este gen", ha explicado Martínez-Tirado, "pero se trata de un factor de transcripción y es más complicado. Nosotros estamos trabajando en terapia génica pero aún estamos lejos de que se pueda aplicar en humanos".
EWS/FLI1 promueve la expresión de todo un abanico de genes que en condiciones normales no se expresarían y que promueven el inicio del tumor y también su metástasis. Entre los genes que activa este oncogén está otro factor de transcripción llamado FoxM1 que se ha descrito anteriormente como oncogénico en otros tipos de tumores.
EFECTO DUAL
Los investigadores probaron el thiostrepton en líneas celulares y ratones con sarcoma de Ewing y observaron que el antibiótico no sólo inhibía FoxM1, como ya se había descrito en otro estudio, sino que también inhibía el oncogén EWS/FL1.
"En líneas celulares observamos que esta molécula paraba el ciclo celular de las células tumorales y además inducía apoptosis, es decir muerte celular", explicó Martínez-Tirado, mientras que "en ratones, el antibiótico retrasaba casi cinco veces el crecimiento de tumor".
fuente : http://www.europapress.es/
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