Cada vez que observo el amanecer, desde mi balcón
al levantarme por la mañana muy temprano allá a
lo lejos en el horizonte, mis ojos se recrean con Los colores tan variados que se van dejando ver poco
a poco entre el mar y el cielo.
El reflejo de las nubes en el firmamento forman figuras
extrañas que parecen dibujos de riscos y montañas o animalescas, algo abstracto como diría algún pintor.
Sigo mirando embelezada.
En unos minutos, los reflejos color fuego van dando paso a la
enorme bola del astro rey,
ha salido el sol !
El poder de su fuerza ha tapado las nubes, y ya no hay nada que le impida lanzar sus rayos ultravioletas, sobre la tierra y entonces cierro mis ojos y le doy las gracias al Todopoderoso por las maravillas que nos ha regalado y por llegar a un nuevo día.
Antonia Perez Viera
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