la escritora nos muestra una faceta seductora, libre y ardiente, demostrando así su versatilidad, que es el timón en su vida. Creativa y muy cercana, su mente soñadora no cesa y vuela sin parar, haciendo que sus manos no puedan expresar tan rápido como crea.
En este poemario, su alma se libera de tabúes y da rienda suelta a los más íntimos sentimientos, sumiéndonos en un mundo de fantasías oníricas, haciéndonos “sentir” en total libertad.
Como ella misma escribe de puño y letra:
Sólo recuerdo cuando la mañana llegó y cerrando mis ojos al día, mientras me abrazabas, te murmuré y, ante mis palabras, tú sonreíste pues te dije que mi próximo libro se llamaría: “Mientras me cobijo en tu pecho, mi alma desnuda escribe versos.”
Muchas Gracias:
saludos cordiales:
Julio Glez.

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