Director: Juan Carlos Melian Naranjo. contacto: teldehabla@gmail.com

domingo, 12 de julio de 2015

La archiconocida y desconocida Essaouira






Radio Africa Magazine (RAMag) es un contenedor cultural de carácter multidisciplinar dedicado a la creación contemporánea de inspiración africana. Un espacio online en el que descubrir, conocer y vivir África desde diferentes dimensiones culturales y de una forma muy particular.
Nuestra colaboración con Africa no es un país será básicamente a través de la fotografía. Para nosotros la fotografía no es solo una disciplina artística, es una herramienta de comunicación y conocimiento de las miles de Áfricas: historias, lugares, formas de vivir... Es una herramienta visual muy valiosa. En esta primera entrega viajamos a Essaouira -Marruecos- de la mano de dos aventureras un tanto despistadas pero con un magnífico ojo. 
_____________________________________________________________________
Por Clara Nuñez
No hay nada mejor que descubrir las cosas por sorpresa y por uno mismo. Como si alguien las hubiera puesto allí justo antes de que llegaras, casi con prisa, solo para ti. Y si se trata de algo archiconocido por todos, como Essaouira, es maravilloso. Supongo que es la suerte de evitar mirar bajo el prisma general, la fortuna de ver por primera vez sin que nadie te diga cómo ‘hay que hacerlo’; si debes venerar, admirar, despreciar o amar. Como aquel niño-genio del poema de Charles Bukowski que viendo el mar por primera vez dice simplemente con toda libertad: ‘el mar no es nada bonito’. 
Algo así nos ocurrió a mi amiga Gema Noach y a mí durante un viaje que hicimos un verano recorriendo Marruecos de norte a sur. Tras varios días en Marrakech y agotada la fascinación inicial del caos de esa ciudad que arde a todas horas queríamos escapar, queríamos mar, tranquilidad, aire… En mi guía salía un pueblo a tres horas de Marrakech, un pueblo de mar llamado Essaouira. No estaba lejos y nos gustó aquello de que traducido el nombre significara ‘la bien dibujada’. Tomamos un autobús y allí nos fuimos, más inspiradas por el deseo de huir sin importarnos mucho a dónde íbamos. 
Al llegar la sorpresa fue el viento, y el frío ¡pam! nos golpeó todo el cuerpo sin piedad. Empezaba a oscurecer y las paredes de piedra brillaban de humedad. La gente escasa pasaba despacio con gruesas chilabas de capucha y un olor fuerte, casi desagradable lo llenaba todo, el olor a mar y sal, a Atlántico… Sentí algo familiar, Galicia cruzó mi mente como un flash y la olvidé. No sé lo que esperábamos pero no era lo que estaba ante nuestros ojos. Era de noche y estábamos sorprendidas por todo, por esas callejuelas misteriosas hechas en apariencia sin ton ni son, por la tranquilidad y por ese frío a sólo tres horas de Marrakech. Nos pusimos toda la ropa que teníamos encima, leggings con faldas largas, sudaderas, sandalias con calcetines, un vestido como capa… Guirisreconocibles a kilómetros de distancia mientras nos encaminábamos hacia la cafetería más concurrida en una plaza de la Medina. Había muy pocos turistas y mucha gente local, hombres en su mayoría tomando su café, su té, fumando sus cigarrillos y hablando poco… Era un ambiente muy, muy tranquilo, podías sentir como el tiempo se deslizaba despacio, el silencio, podías mirar…
Y aunque miles de turistas habían visitado Essaouira antes que nosotras, y aunque existía el Festival de música Gnaoua que había convertido ese pueblo tan pequeño en uno de los lugares más turísticos de África del norte, nosotras no lo sabíamos, no sabíamos nada aún, ni siquiera los afortunadas que éramos de haberlo encontrado tan vacío y tan real. Solo estábamos allí, como dos niñas con ojos nuevos, dos aterrizadas con nuestras ropas chillonas y nuestra pánfila felicidad… ¡Qué suerte la nuestra! 
fuente : http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2015/07/radio-africa-magazine-ramag-es-un-contenedor-cultural.html#more

No hay comentarios:

Publicar un comentario