Fernando Gil Llorente lleva al frente de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia desde marzo del 2014.
Casi diez meses en los que asegura que ha tenido un reencuentro profesional «extraordinario» al contar con un «gran equipo de profesionales» que trabajan y velan por la seguridad de los ciudadanos. Entre sus mayores preocupaciones se encuentra la lucha contra la violencia de género, con 111 órdenes de protección en Segovia. Para este 2015 su reto pasa por la modernización de varios cuarteles que cuentan con infraestructuras obsoletas, como el de Riaza o el de la capital.
–Han sido 10 meses de toma de contacto porque no sería una buena gestión empezar a tomar decisiones. Análisis de la problemática, estudio y gestión de los recursos y adopción de soluciones, aunque somos una Comandancia que no es problemática en ningún aspecto, ni de personal ni de servicios.
–Cuando tomó posesión hizo un alegato por cambiar la imagen del cuerpo. ¿Qué pasos ha dado ya?
–Más bien para exportar la imagen del Guardia Civil, reforzarla. Hemos hecho exposiciones, algunas demostraciones, en el ámbito del aniversario del Equipo de Rescate e Intervención en Riaza o la exposición 170 años de la Guardia Civil, con el único objetivo de reforzar la imagen corporativa de la institución en la provincia. Este año se verá, espero, ampliado con otras iniciativas más cercanas a la población.
–Es decir, cercanía de la Guardia Civil a la provincia.
–Absolutamente. De la Guardia Civil al exterior tenemos que transmitir un mensaje de confianza, que la población confíe en nosotros, y mi reto es dar respuesta a las expectativas de la población. Eso para mí es lo más importante, de cara a la población ganar la confianza y, una vez ganada, que la respuesta sea eficaz, sea rápida, cercana y efectiva.
–Para dar esa respuesta rápida, cercana y efectiva, utilizan las nuevas tecnologías. ¿Qué les han aportado y cómo se han adaptado a los nuevos tiempos?
–Nosotros ahora mismo estamos a la vanguardia en la utilización de nuevas tecnologías implementadas durante la utilización del servicio. Estamos dotados de avl’s, un sistema de localización que llevan todos los coches. Tenemos en la central COS (Centro Operativo de Servicios) esa geolocalización centralizada, y sabemos en todo momento la localización exacta de cada patrulla y de cada componente de la Comandancia en servicio. Desde ese terminal podemos hacer cualquier consulta de DNI o de vehículos, etcétera, con una respuesta de cuatro segundos. Tiene también su respuesta en el ámbito de la investigación. Ahora mismo hay una especialidad, la de la investigación en las tecnologías de la información, EDITE (Equipos de Investigación Tecnológica), dentro de Policía Judicial. Consiste en todos los servicios de whatsaap, de mensajería coactiva, amenazante o pornografía infantil; es la rama que estudia esta delincuencia basada en la utilización de la tecnología.
–En Segovia, ¿existen muchos delitos de estas características?
–No hemos detectado que sea una provincia promiscua en cuanto a delitos informáticos o la utilización de la informática para delinquir. Hace relativamente poco, dos o tres semanas, pusimos a disposición judicial un caso de pederastia basado en este tipo de investigaciones.
–Hablaba de las diferentes patrullas. Algunos sindicatos profesionales afirman que los recursos con los que cuentan están obsoletos y falta personal. ¿Cómo se plantea usted la modernización en la Guardia civil y con qué recursos disponen?
–Llevamos años de crisis en los que la congelación de los presupuestos ha tenido un impacto en la adjudicación de nuevos recursos, como ocurre, por ejemplo, en los vehículos. Pero lo que no se ha hecho en inversión de nuevos vehículos sí que se ha dotado en mantenimiento, y se ha prolongado la vida útil de esos vehículos con unas condiciones técnicas óptimas. El asunto de personal, desde que el Gobierno actual divulgó la ley de la contingencia contra la crisis congeló la oferta pública de empleo. Eso ha impactado sobre la Guardia Civil de una manera importante, porque no llegaban a 200 plazas las que se incorporaban y tenemos una salida de efectivos superior, porque se jubilan o retiran. Espero que en años próximos se palie. Que duda cabe que eso impacta en el servicio diario, alguna patrulla tenemos menos, pero tenemos un nuevo régimen de horario de servicios y se intenta paliar.
Una media de 32 años
–¿Cuál es la media de edad en la Comandancia y cuántos efectivos tiene bajo su mando?
–La media de edad es de 32 años y estamos en unos 500 efectivos.
–¿Qué papel juega la mujer en la Guardia Civil, porque cada vez son más las que pertenecen al cuerpo?
–De normalidad. Realiza las labores propias de cualquier guardia civil en la Comandancia, salvo en montaña y en Seprona, donde ahora no tenemos. Ha aportado frescura, pero ya llevamos 25 años con la mujer en la Guardia Civil.
– ¿Existe preocupación por algún delito en concreto que se produzca en la provincia de Segovia?
–En la ciudadanía, el delito de robo con fuerza en las viviendas genera alarma social, toda vez que el ciudadano se siente amedrentado y se siente indefenso, el de robo de cable, que tiene una repercusión en la tecnología, y hay otros delitos cotidianos, no por ello menos perseguidos, como la conducción bajo los efectos de las bebidas alcohólicas. Este año se ha incrementado de manera ostentosa el número de positivos en la conducción bajo la influencia de drogas tóxicas, porque el número de controles es mayor.
Los que más nos impactan a nosotros son los de violencia de género, porque tenemos 111 órdenes de protección en el ámbito de la Guardia Civil en la provincia de Segovia y aquí sí que la incorporación de la mujer a la Guardia Civil ha aportado una mayor cercanía a la víctima con el equipo Emume (Equipo Mujer-Menor) como elemento clave, porque, quizás, empatice mejor con la víctima.
–Y protección a los menores.
–Entre los menores hay dos tipos, los agredidos y los menores delincuentes. Los menores agredidos tienen su tratamiento a través de los CEAS, porque son tratamientos muy complejos donde la mujer víctima de la agresión es objetivo, pero a los menores que sufren de manera directa o indirecta esa agresión hay que darles un tratamiento singular. Y los menores delincuentes, que están bajo la jurisdicción de los tribunales de menores. Aquí fundamentalmente son de la zona de influencia de Madrid, que vienen a Segovia a delinquir y luego retornan. Tenemos algún caso de menor agresivo, de agresión directa a padres y abuelos, y cada vez por desgracia se nota que hay alguno más.
–Hablaba de controles de alcohol y drogas en las carreteras. Por desgracia, este año se ha disparado la cifra de muertos hasta 18. ¿A qué atribuye ese aumento de fallecidos?
–El número absoluto de muertos en carreteras siempre hay que analizarlo en qué tipo de vías, con qué tipo de vehículos y en qué circunstancias han ocurrido. Los números quizás sean más altos en vías de comunicación de alta capacidad, donde la velocidad es más alta. En vías secundarias es una preocupación, pero los estudiosos del tráfico achacan la mayor accidentalidad a que hay mayor número de vehículos en carreteras.
–¿Y no por imprudencias?
–El 85% de los accidentes mortales son por un error humano de conducta, de condición, en cualquier caso. El fallo técnico del vehículo o de la vía es en un número porcentual bajo. No me suena este año ningún accidente. La distracción la puedes abrir en un abanico desde consumo de drogas, somnolencia, la utilización del móvil o la impericia.
INFRAESTRUCTURAS
«Hay muchos cuarteles que son extremadamente viejos»
¿Cómo se encuentran los dispositivos para atajar los robos en el medio rural, bien sea en viviendas, colegios o explotaciones agrarias y ganaderas?
–Me gustaría lanzar un mensaje de tranquilidad porque, lógicamente, la persona que se ve robada, que se ve violentada en su domicilio, siempre aprecia que se hace menos de lo que se debería. En nuestra respuesta siempre intentamos ser proactivos, antes que reaccionar. Y el ser proactivo se materializa en identificaciones y controles previos, y yo creo que ahí estamos realizando el esfuerzo. El fruto de la proactividad no se ve cuantificado porque no se ve lo que se evita, lo que sí se sabe es lo que se roba. Ahí está un poco la desesperación de lo robado. Ante eso, podemos dar unas respuestas limitadas, pero en cuanto al esclarecimiento de los hechos, estamos con cifras aceptables.
–Hay veces que el ciudadano puede sentirse un poco desprotegido porque se captura a los delincuentes y al poco tiempo están en la calle. ¿Cree que la justicia es laxa o actúa en consecuencia?
–La justicia siempre actúa en consecuencia, podemos tener el sentimiento de laxitud, el sentimiento de lentitud, pero son sentimientos. La mayor rapidez quizás impactaría sobre la seguridad jurídica, pero pienso que hay grandes profesionales, con unas normas y leyes que se están cumpliendo y que estamos en un país con una seguridad jurídica tremenda, que implica quizás una lentitud y un sentimiento de laxitud.
–La Guardia Civil debe de estar en constante actualización porque los delincuentes se ‘inventan’ nuevos delitos. ¿Tienen alguna vez el sentimiento de que van por detrás, de que los delincuentes les marcan las pautas?
–Siempre. A una técnica delincuencial es muy difícil anticiparse porque el delincuente estudia por qué ha caído. Articular un procedimiento que tenga continuidad en el tiempo para poder atajar un ámbito delincuencial es complicado. El delincuente también aprende y entonces sortea ese procedimiento. Pero anticiparse a una técnica es muy difícil, aunque lo que es cierto es que al final se repite siempre.
–La lucha contra las drogas es otra de las prioridades de la Guardia Civil de Segovia. que no deja de ser una provincia de paso. Pero, ¿qué ocurre cuándo la droga se queda aquí? ¿Están controlados los puntos de consumo y de distribución?
–Nosotros intentamos compartir sentimientos con la población porque desde el otro lado del uniforme lo ven desde otra perspectiva y la población siempre tiene el sentimiento de que hay un gran problema porque se trapichea. Por desgracia, la droga se consume, se consumió y se consumirá. Si dijera que lo tenemos controlado estarían detenidos todos, y la droga se sigue consumiendo. En el ámbito de responsabilidad de la Guardia Civil, los pueblos son muy pequeños y un guardia se detecta en cuanto entra, aunque vaya de paisano. Y tenemos que aplicar otra serie de métodos, quizás tecnológicos. Sabemos de las redes y los canales y lo que trabajamos es intentar aportar a los jueces para que la carga sea tan contundente que le dé pie a condenar una serie de medidas que no sean intimidatorias.
–Y para terminar, ¿qué retos y objetivos se ha marcado para 2015?
–He finalizado las inspecciones que hice a los 31 cuarteles de la provincia y hay retos en el ámbito de personal, logístico en el acuartelamiento y mejora de las infraestructuras y de las dependencias oficiales. En muchos casos son extremadamente viejos, como el de Riaza, de los años cuarenta del siglo pasado, o éste mismo (el de Segovia), donde habría que hacer una inversión para la mejora y la adaptación a los tiempos que corren. En ese sentido, sí vamos a iniciar uno o dos, depende de la adjudicación de los presupuestos de 2015. El ciudadano ya no necesita dependencias oficiales de 100 metros cuadrados cuando va a poner una denuncia o una gestión, quiere que sean unas dependencias amplias, luminosas, acristaladas. En el ámbito de personal, yo lo dije el día que vine aquí. Nuestro objetivo y principal cliente es el ciudadano. Pero para que asista contento, con entusiasmo, tiene que tener unas condiciones de vida y de servicio adecuado. Tenemos un importante cambio este año en cuanto a jornada laboral e incentivos de rendimiento que entra en aplicación el 1 de abril. Debemos conseguir que el guardia civil asista al ciudadano como se merece.
EL NORTE DE CASTILLA
http://www.benemeritaaldia.org/guardia-civil/12459-fernando-gil-congelar-la-oferta-de-empleo-ha-tenido-un-impacto-importante-en-la-guardia-civil.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario