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domingo, 25 de enero de 2015

El juez: “Yo aquí no veo nada”


Acudí al juicio contra Guacimara Vera este viernes. Escuché los testimonios del policía denunciante, de otros 3 policías que declararon como testigos de la acusación, y de dos profesores y una representante de las Ampas que declararon como testigos de la defensa.Tras escucharlos me ratifico en la reflexión que hice en el artículo “Je suis Guacimara”: estamos ante un gravísimo ataque a la libertad de expresión. Desde el principio del juicio tanto el Ministerio Fiscal como la defensa plantearon que una acusación particular no tiene legitimación legal para acusar por un delito de “atentado a la autoridad”.
 La acusación particular (el abogado del policía denunciante) mantuvo la acusación de “atentado a la autoridad” por la que pide 3 años de prisión para Guacimara Vera y en sus conclusiones añadió el delito de “lesiones” por el que solicita un año más de cárcel, en total 4 años. El Fiscal y la defensa se mantuvieron en su solicitud de absolución y dijeron que esa petición de un nuevo delito por parte de la acusación en el momento de las conclusiones creaba indefensión a Guacimara Vera. El juez dio un plazo de 30 días a las partes para estudiar la solicitud del delito de “lesiones”.
Los tres policías que fueron como testigo del denunciante realizaron un relato contradictorio con lo que dijo su compañero. El denunciante dijo que Guacimara se puso “en posición de boxeo” frente a él y le dio dos puñetazos. Los otros hablaron de “una especie de puñetazo”, dijo uno, y otro reconoció que estaba lejos pero que sí vio el puñetazo de Guacimara al policía pero no vio que Guacimara fuera golpeada por sus compañeros cuando la arrastraron para quitarla de la puerta del rectorado. El policía denunciante contó que “un binomio”, dos policías, llevaban a Guacimara. Los otros reconocieron que fueron 3 ó 4.
Pero el momento culminante del juicio fue el visionado del video que presentó la acusación y que, curiosamente, la defensa ´dijo que también lo asumía como prueba suya. Después de estar unos minutos buscando el momento del desalojo en el vídeo, por fin aparece el momento en que los agentes se llevan a Guacimara, el abogado del policía dice “ahí, es ahí”, y el juez exclama “yo ahí no veo nada”, mientras que la abogada de la defensa no puede esconder su sonrisa. Vuelven a poner el video pero esta vez el juez guardó un prudente silencio mientras miraba el ordenador porque se dio cuenta que su expresión “yo no veo nada” había provocado carcajadas entre familiares de Guacimara y periodistas que estaban en la sala.
Otro momento curioso de la vista oral fue la declaración del perito que trajo la acusación particular. Se trata del dentista particular del policía denunciante. Declaró por videoconferencia porque vive habitualmente en Cantabria (“pero cada 3 meses voy a Canarias”, dijo). A preguntas de la defensa reconoció que no había leído el primer informe médico elaborado en un hospital de Gran Canaria por el personal que atendió al policía denunciante el día de la presunta agresión. En ese informe se señala claramente que el policía no tenía el labio hinchado ni ningún hematoma ni señal de heridas en la mucosa labial. El odontólogo particular del policía dijo primero que no había leído ese informe y después “o no recuerdo haberlo leído”. El dentista particular vio al policía en diciembre, tres meses después de los sucesos. Y elaboró un informe diciendo que tenía un diente dañado y que podría ser de un golpe. “¿Y por qué no tenía ni el labio hinchado ni ninguna herida en la mucosa labial cuando lo atendieron en una clínica de Las Palmas?” le preguntó la abogada. El dentista dijo “puede ser que tenía la boca abierta cuando recibió el impacto”.
Los testigos de la defensa y los policías coincidieron en señalar en que la concentración fue pacífica y que los estudiantes estaban en la acera, no cortaron el tráfico y decidieron sentarse cuando vino la policía. Los testigos de la defensa ratificaron la versión de Guacimara, los estudiantes que se concentraron pacíficamente en la puerta habían sido invitados al acto de inauguración del curso académico pero no los dejaron entrar. También manifestaron que no vieron a Guacimara dar ningún puñetazo y que sí vieron que a ella le tiraban de los pelos y la arrastraban. El juez decidió aplazar el juicio treinta días. Pero su espontánea frase ante el vídeo que presentó la acusación particular “Yo aquí no veo nada” podría ser una fantástica sentencia que colocara en su sitio a quienes pretenden criminalizar y amordazar a los que no están dispuestos a resignarse ante la violación de unos derechos fundamentales que ya costaron muchos años de cárcel y lucha a otros. El miedo no está en el bando de Guacimara.
@juanglujan
https://juanglujan.wordpress.com/

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