El lunes tuvo lugar una reunión de expertos internacionales con altos cargos comunitarios para exponer los graves errores en el estudio de impacto ambiental
- Repsol utiliza en Canarias estándares de seguridad menos rigurosos que en sus prospecciones en EE.UU. y ha calculado erróneamente la contaminación acústica que puede producir graves daños en los cetáceos
- La organización ecologista señala que el Gobierno español ha vulnerado leyes y directivas europeas para acelerar la autorización de la multinacional.
06 de noviembre de 2014 .- Greenpeace considera muy positiva la decisión de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea de que iniciará una exhaustiva investigación sobre las autorizaciones otorgadas a Repsol por el Gobierno de España para efectuar prospecciones en Canarias. Esta decisión es resultado de la reunión del director general de Medio Ambiente, Kart Falkenberg, con técnicos, eurodiputados y representantes de colectivos ciudadanos que esta semana expusieron los motivos más destacados para reclamar la paralización urgente de las prospecciones en Canarias. La organización ecologista considera que el Estado ha vulnerado leyes y directivas europeas para acelerar la autorización para que la multinacional Repsol busque petróleo en Canarias.
Natacha Aguilar de Soto (Universidad de La Laguna) con la colaboración de Manuel Castellote, (National Marine Mammal Laboratory, Alaska Fisheries Science Center - NOAA) investigadores de reconocido prestigio internacional en biología marina y contaminación acústica han analizado detenidamente el estudio realizado por Repsol y encontraron graves deficiencias. Los expertos alertan de que un cálculo incorrecto del ruido producido y de las distancias de exclusión puede dar lugar a varamientos masivos de cetáceos. En el caso de Canarias, Repsol no sólo ha calculado mal la propagación del ruido producido al haber minusvalorado las fuentes de contaminación, sino que ha ocultado información hasta después del trámite de información pública del estudio de impacto ambiental. Repsol aportó después de dicho trámite, información de un sistema de sísmica vertical cuya contaminación acústica no ha sido modelizada y por tanto ha escapado a la evaluación y las alegaciones del público. La minusvaloración de las fuentes de ruido y la ocultación de otras fuentes de ruido comportan graves riesgos para las veintiocho especies de cetáceos que se encuentran en el lugar de las prospecciones petrolíferas de Canarias.
Richard Steiner (Universidad de Alaska), científico de reconocido prestigio internacional en materia de prospecciones petrolíferas, conservación marina y energía ha analizado pormenorizadamente los estudios del riesgo de accidentes de Repsol y las medidas de seguridad. El resultado para este experimentado investigador que se curtió con el Exxon Valdez es muy llamativo. No comprende cómo Repsol trata el riesgo de accidente con menos rigor y medidas en España que en EE. UU. y ni el Gobierno español ni la Comisión Europea le han obligado hasta ahora a utilizar, al menos, todas las medidas que implementa esta compañía en sus prospecciones estadounidenses. Como botón de muestra, el cálculo de los riesgos de accidentes está minusvalorado: se ha hecho de 3.000 barriles por día y debería hacerse de 30.000 barriles por día, las responsabilidades de daños se han cifrado en setenta millones de euros mientras que los daños de vertidos siempre se cuentan por miles de millones, los equipos de respuesta "rápida" ante un vertido están en Escocia a más de tres mil kilómetros de distancia del pozo petrolífero de exploración.
Greenpeace recuerda que no hay tiempo que perder y que la Unión Europea debe parar cuanto antes el proyecto de Repsol. La multinacional ha anunciado que pretende empezar las prospecciones en Canarias a partir de la segunda quincena de noviembre. De hecho, el barco contratado por Repsol para estas labores ya ha iniciado su viaje hacia el archipiélago y tiene previsto alcanzar aguas españolas la próxima semana.
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