La Guardia Civil, en la operación DISMANTLE que se enmarca dentro de las actuaciones llevadas a cabo en la lucha contra el narcotráfico en la zona del Campo de Gibraltar y su zona de influencia, ha detenido al cabecilla de la organización más activa que opera en el Campo de Gibraltar, conocida como el Clan de los Castañas, y a varios de sus lugartenientes.
Hasta
el momento se ha detenido a 29 personas y se ha incautado cerca de 10
toneladas de hachís en varios alijos realizados por el Clan en Huelva,
Cádiz y Málaga, así como armas, dinero en efectivo, documentación y
vehículos.
Los
investigadores tuvieron conocimiento que las personas que controlaban
el narcoembarcadero estaban relacionadas directamente con el clan de los
Castañas.
Tras
meses de investigación se averiguó que la organización funcionaba a
modo de cooperativa y contaba con dos ramas operativas y otra de
logística.
Cada
una de las ramas operativas contaba con una “sucursal” en caso de que
la presión policial les impidiera operar en su zona de “confort”,
operando en el río Guadalquivir y Huelva.
En uno de los alijos perpetrados por dicha red en Sotogrande falleció uno de los implicados en el mismo.
La
rama de logística se dividía a su vez en otras tres: la de los
narcoembarcaderos, la de cambios de tripulación y los repostajes y por
último la de adquisición de gomas.
En
Ciudad Real la organización contaba con una empresa de transporte que
recogía las embarcaciones en la costa para prepararlas y así evitar la
presión que tenían de la Guardia Civil en Andalucía.
Los
miembros de la red tomaban extremas medidas de seguridad con el fin de
dificultar la investigación de los agentes. De hecho los investigadores
comprobaron cómo habría personas con medios aéreos no tripulados que
controlaban los movimientos de las patrullas uniformadas del Cuerpo.
Asimismo, la organización contaba con personas (conocidas como puntos)
para dar seguridad a los alijos, así como a las botaduras y los
repostajes de las embarcaciones.
Además,
los pilotos de las embarcaciones del grupo usaban barcos pesqueros como
parapetos hasta llegar a la zona de alijo para esconderse y evitar ser
vistos desde la costa.
Durante
la investigación la Guardia Civil ha descubierto que la organización
contaba con tres narcoembarcaderos, lugares desde donde hacían tareas de
botadura y puesta a punto de las narcolanchas.
En
la fase de explotación han participado 400 guardias civiles de las
Comandancias de Algeciras, Málaga, Cádiz, Huelva, Sevilla y Ciudad Real,
así como del CCON-SUR, OCON-SUR, GAR, Servicios Aéreo y Servicio
Marítimo.
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