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lunes, 14 de septiembre de 2020

El Cabildo llama a respetar escrupulosamente las zonas prohibidas en la temporada de caza con escopeta que comienza mañana en Gran Canaria


Está prohibido cazar en los terrenos afectados por los grandes incendios de 2019 durante dos años
• Superar el número de piezas y de perros y adentrarse en zonas no permitidas, principales causas de infracción
• La normativa establece medidas de seguridad sanitaria y la obligación de colaborar en la conservación del medio

Está prohibido juntar dos cuadrillas para sumar 24 perros, otra causa habitual de infracción
• Este domingo se abre el periodo de caza con perro y escopeta para perdices rojas, palomas bravías y animales asilvestrados
El Cabildo de Gran Canaria insta al colectivo de cazadores a seguir escrupulosamente la normativa ante la apertura este domingo de la veda para la caza con perro y escopeta de la perdiz roja, la paloma bravía y animales asilvestrados, un marco legal que establece limitaciones del número de piezas y la prohibición de cazar en zonas como los terrenos afectados por los últimos incendios, además de medidas de vital importancia para evitar daños al medio ambiente y a las personas.

La veda se mantiene en los terrenos afectados por los grandes incendios del verano de 2019, un total de 9.800 hectáreas distribuidas entre Artenara, Tejeda, Valleseco, Moya, San Mateo y los altos de Gáldar, Agaete y Guía, también se mantiene en las reservas naturales de los Tilos, Barranco Oscuro, Inagua y las Dunas, además de en todas las zonas de exclusión y uso restringido de los parajes protegidos.

Las prohibiciones, que afectan también a la temporada de caza del conejo con perro y hurón, la cetrería y la modalidad con arco, que se abrieron en agosto, impiden igualmente practicar la caza en el Sitio de Interés Científico de Juncalillo del Sur, la Finca de Osorio, la Laguna de Valleseco, el arco entre las Salinas de Arinaga y Bahía de Formas, Corral de los Juncos, Llanos de la Pez, la Caldera de Bandama y en la zona de seguridad del Polvorín de Barranco Seco.

Además, la orden publicada por el Gobierno de Canarias y que sigue las determinaciones del Cabildo prohíbe la actividad cinegética en los vedados del Barranco de la Virgen y Azuaje para proteger de las molestias y peligros inherentes a la caza a la incipiente población de la paloma rabiche tras su costosa y exitosa reintroducción en la Isla por parte de la Institución insular tras un siglo desaparecida de Gran Canaria.

El periodo de caza que se abre este domingo autoriza un máximo de 3 perdices rojas por cazador y día, y un número ilimitado de palomas bravías y animales asilvestrados, categoría en la que entran desde las cotorras de Kramer a las culebras reales de California, consideradas especies invasoras, y en el caso de perdices rojas, las piezas permitidas son nueve, al igual que de conejos.

El Cabildo indica que es posible utilizar hasta 4 perros en el caso de los cazadores individuales, cifra que se eleva a 8 para cazadores que van en pareja y a 12 para las cuadrillas, formadas por grupos de 3 a 5 personas que deben ser titulares de licencia de caza.

En ningún caso se pueden juntar dos cuadrillas, una de las estratagemas más habituales para soltar hasta 24 perros y que da lugar a una parte importante de las infracciones junto a superar el número máximo de piezas permitidas o cazar en lugares prohibidos.

Medidas de seguridad personal y obligación de colaborar en la conservación

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo subraya que la orden publicada por el Gobierno de Canarias expresa que la caza se llevará a cabo entre la salida y la puesta del sol y solo los jueves y domingos, y que queda prohibido el uso de magnetófonos, fuentes luminosas artificiales, espejos y elementos para el deslumbramiento, explosivos, redes no selectivas, venenos y anestésicos, armas automáticas o semiautomáticas con más de dos cartuchos en el cargador, ballestas y medios de asfixia con gas o humo.

La normativa, además, se ha adaptado a la actual situación sanitaria por la Covid-19 y obliga a respetar la distancia de seguridad interpersonal y a hacer uso de la mascarilla, así como a no compartir utensilios de caza ni utillajes y a proceder a su desinfección tras cada jornada.

Los cazadores que encuentren animales con anillas, dispositivos o marcas utilizadas para estudios científicos y especímenes que presenten síntomas de enfermedad deberán comunicarlo de inmediato al Cabildo y también podrán ser requeridos por los agentes de Medio Ambiente para la recogida de datos y muestras para profundizar en el conocimiento de las poblaciones y la biología de las diferentes especies cinegéticas.

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