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Opinión.
En uno de mis paseos matutinos mis pasos me llevaron por la calle Alonso Quesada. Ahí se encuentra un local del ayuntamiento que, en un primer momento, acogía la concejalía de servicios sociales.
Al pasar por este edificio me percato que en la calle se encontraban dos señores, a uno de ellos lo atendía una señora, y hasta aquí nada extraño sino fuera porque lo hacía a través de una puerta de hierro.
El hecho me pareció denigrante, vergonzoso y humillante para cualquiera pero máxime para una persona que, supuestamente, se acercó a solicitar algún tipo de ayuda.
Aunque reconozco que puedan hacerlo por temor a represalias, basadas en las necesidades que está sufriendo buena parte de nuestra comunidad, no por ello opino también que si se hace por temor a ser agredidas/os bien pudiera el ayuntamiento poner un segurita que cuidará el que se pueda cometer cualquier acto delictivo no deseado.
Pero creo que no es este el motivo por el que se atiende a las personas a través de unas rejas. la razón, supuestamente, es que los funcionarios o bien trabajan a puerta cerrada o ejecutan trabajo telemático.
No me cabe en la cabeza que el motivo sea para prevenir el contagio entre sus trabajadores y no me cabe porque pienso en las personas que trabajan para ellos tales como… supermercados, gasolineras, peluquerías, maestros y maestras y un largo etcétera que también se exponen para atender a todos por igual y no lo hacen a través de una reja.
Mary Almenara.
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