ISRAEL BERNARDO
Soy miembro de Ganemos Telde desde hace un año aproximadamente y llevo unos 20 años practicando surf en la Playa Bocabarranco en Telde. Es la playa que los surferos de Jinámar conocemos como “Media Luna” o la “Derecha de la Pardilla”. Las olas son una de las formas de energía más potentes y bellas del planeta. Esta en particular es una ola admirada y querida por todos ya que, desde finales de la década de los 80, esta playa ha venido cumpliendo pasivamente una función social en Jinámar.
Ahora también, con la extensión del Kitesurf como práctica deportiva, acuden otros deportistas que, con su presencia, ponen de relieve el polifacético potencial de esta playa como centro deportivo.
Dice la leyenda urbana que los que surfean en Jinámar poseen un sistema inmunitario muy potente toda vez que su cuerpo lleva asimilando con el paso de los años todo tipo de vertidos y otros residuos procedentes de los emisarios de aguas fecales. O sea, todo un fenómeno biosociológico digno de investigación médica.
No son pocas las familias de vecinos que, gracias a pesca a caña que también allí se practica, puedan obtener su dosis de proteína cuando la suerte acompaña. Cuando no es así, siempre se agradece la terapia ocasional por el simple hecho de “echar un lance” y contemplar el mar o bien toca “submarinear” cuando hay viento del sur.
Los asiduos a este bello espacio natural creíamos que la construcción del Centro Comercial las Terrazas las cosas iban a mejorar. Pero nada más lejos de la realidad.
Soñar es gratis y, como buen soñador quisiera compartir con ustedes las inquietudes que me asaltan cuando espero la ola y miro a mí alrededor. Quisiera hacer de este sueño una propuesta.
A saber, que los valores naturales y patrimoniales presentes en esta pequeña playa representan en su conjunto un diamante en bruto capitalizable para el municipio. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de sus posibilidades, de que a partir del levantamiento de los yacimientos arqueológicos puedan surgir también yacimientos de empleo.
En cambio, si se contempla esta realidad desde una perspectiva política humilde y comprometida, pudiese bien materializarse la siguiente propuesta en un proyecto de desarrollo integral. Las distintas acciones que a continuación he planteado desde Ganemos Telde creemos que podrían llevarse a cabo por microempresas del barrio facilitando así la conservación de las inversiones de carácter público generando puestos de trabajo con recursos humanos cercanos y familiarizados con el entorno.
En resumen y a modo de ideas, el proyecto podría categorizarse en tres pilares básicos diferenciados: Naturaleza, Deporte y Cultura.
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEPORTIVO:
- Paneles informativos sobre el régimen de corrientes marinas. Plano del lugar identificando los rincones de la paya (los rompientes de las olas, sus cuevas marinas, salientes costeros, etc.) con los topónimos con los que tradicionalmente son conocidos.
- Una toma de agua para limpiar el material deportivo y asearse. (aunque sea con agua salada bombeada del mar mediante electrobomba de corriente alterna alimentada por panel fotovoltaico).
- Una zona techada para refugiarse de la lluvia.
- Una cámara web para visualizar el estado de la marea (cómo tiene muchas playas del mundo) y que serviría además para promocionar el lugar internacionalmente.
- Acceso para minusválidos.
- Un pequeño punto de venta de artículos de material deportivo.
DESDE EL PUNTO DE VISTA NATURAL/BIOLÓGICO
- Paneles informativos sobre la flora y fauna (residente y migratoria) del lugar con imágenes que faciliten su identificación por el visitante y que contengan mensajes de sensibilización ambiental.
Repoblación forestal de flora xerófila potencial (Traganum moquini, Zygophyllum fontanesii, Tamarix canariensis, Salsola Kali, Euphorbia paralias, Astidamia latifolia, etc.)
- desaparecida por la histórica acción antrópica de esta zona (movimientos de tierra, extracción de arena, etc.)
DESDE EL PUNTO DE VISTA HISTÓRICO/CULTURAL Y PEDAGÓGICO
- Desarrollar un programa educativo con material didáctico específico orientado a la educación ambiental de los centros educativos del municipio para el desarrollo de actividades puntuales (Trabajos de campo con diarios, itinerarios didácticos, observación de aves, ecosistemas de charcas, repoblaciones de plantas, etc.).
- Delimitar la zona de los yacimientos arqueológicos. Rehabilitar los restos de las construcciones prehispánicas. Esto implica tratar de reconstruirlas tal y como eran originalmente y no simplemente dejando al descubierto los restos de los muros de piedra. Es decir, tratar de reproducir físicamente cómo eran estas viviendas incluyendo los objetos materiales de su vida cotidiana. Techar la construcción para evitar su deterioro por la erosión marina y la lluvia. Si se trata de conservar el patrimonio es preferible dejarlo enterrado antes de desenterrarlo para luego dejarlo a la intemperie como sucede actualmente.
- Como alternativa para optimizar el coste del mantenimiento de su conservación, este podría integrarse arquitectónicamente con un negocio de gastronomía especializado en productos del mar quedando este obligado a realizar las labores oportunas que requieran el mantenimiento y conservación del yacimiento.
Orientar además esta actividad al sector turístico como oferta complementaria al consumo de bienes y servicios del Centro Comercial.
- Una alternativa de carácter social sería la promoción y apoyo por parte del consistorio y el Cabildo Insular para la creación de una asociación que bien podría llamarse “Asociación de Amigos de Bocabarranco”. Entre los fines de esta entidad estarían el promover este tipo de actuaciones subvencionadas con dinero público. Estas acciones, por muy humildes que fueran, al menos se estaría promoviendo algo positivo en base a los preceptos de un desarrollo endógeno protagonizado por los agentes sociales más recomendables para estos propósitos, es decir, los mismos ciudadanos.
Por último quisiera aclarar que esto no es un simple sueño. No es la experiencia onírica de un simple surfero de Jinámar. Todo esto lo he pensado de forma consciente,, subido al boogie esperando la ola, pero consciente, muy consciente de que puede ser realizable. Tal vez inspirado en el sano deseo de querer lo mejor para mi entorno y para mi gente.
Deseando que la política municipal trate bien a los que representa y al patrimonio natural e histórico que los define como pueblo y en base al cual construyen su identidad porque, ¿qué es un pueblo sin identidad? ¿Acaso los gobernantes municipales siguen viendo a Jinámar como un experimento político de desarraigo y escaparte social de acopio de votos?
Por una playa digna para un pueblo digno.
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