Porque si todo el rato les decimos qué hacer… ¿Cuándo aprenden a pensar por sí mismos? En La Futbolería Canaria lo vemos cada fin de semana: niños y niñas con talento, ganas e ilusión, que apenas pueden levantar la cabeza para jugar porque desde la grada o el banquillo les llueven órdenes todo el rato.
Y la verdad es que así, poco margen les queda para tomar decisiones, para equivocarse, para probar, para crecer. El fútbol base no es una partida de PlayStation. Los niños no necesitan un joystick, necesitan confianza. Démosles aire. Démosles espacio. Démosles libertad. Porque solo así aprenderán de verdad.
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