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Los camareros hablan.
Transcurría enero, de
esos día fríos, donde apetece echarse
unos vinos tintos, al restaurante llegaban cuatros personas mayores,
entre 70 y 80 años, todos hombres, pues lo típico que se piden en estos casos,
un picoteo, la botella de vino y a contar batallas vividas.
A la media hora de estar los señores en el restaurante,
llega Andrés con su novia Maite, se sentaron en la mesa que estaba seguida a
los señores, pues lo típico de los jóvenes , acaricias , cogerse la mano, te
quiero fue la frase más relevante, hasta que Maite le tiro a su novio unas
migas de pan, Andrés no quería quedarse atrás, hizo una bola de papel y se la
tiro, está bola reboto en la cabeza de
ella y fue a parar a la mesa de al lado, Andrés se levantó y pidió disculpas,
los colores de la cara venían y se iban, Maite no paraba de reír con la boca
chica, Andrés llamo al camarero y le
comento si era buena idea invitarle a una botella de vino por lo sucedido, el profesional le responde,
lo correcto es que le invites a una botella de vino y lo correcto por parte de
los señores es que no la acepten, ellos también fueron jóvenes y lo entienden, todo sucedió como el
camarero les dijo , Andrés invito y los señores mayores y estos no aceptaron,
uno de ellos le dijo a la pareja, gracias por la invitación.
LO CORRECTO ES NO TIRARSE NADA, SIEMPRE HABRA UN PERJUDICADO
Lo que en un principio fue una broma pudo acabar como el rosario de la aurora, por suerte dieron con personas educadas que comprendieron la situación.
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