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jueves, 12 de noviembre de 2020

Pasar del modo reactivo al preventivo en las emergencias de Gran Canaria, acuerdo del Cabildo con la Mancomunidad del Norte

                        

La coordinación y unidad de acción, los recursos y su activación protocolizada, claves para descartar la improvisación frente a la organización.

• Cinco municipios ya tienen sus planes de emergencias y el resto los impulsará en 2021.

• El papel de los municipios y de los alcaldes como mandos únicos locales es fundamental.

El Cabildo de Gran Canaria y la Mancomunidad del Norte han acordado pasar del modo reactivo al que se han visto abocados en las casi sorpresivas emergencias de los últimos años, con episodios inéditos como las intensas nevadas o riadas, además de importantes incendios en poco tiempo, al modo preventivo no solo con la redacción de los planes municipales de emergencias, sino incluso opciones que alcanzan la planificaciones urbanística.

El Servicio de Emergencia se reunió con los alcaldes y ediles del norte a petición de la Mancomunidad del Norte en un encuentro en el que el presidente del Cabildo, Antonio Morales, puso de relieve la gran importancia que tiene la coordinación previa para ofrecer una respuesta adecuada en estas situaciones, así como lo esencial que resultan los municipios y sus medios, desde la Policía Local a Protección Civil.

El objetivo, prosiguió, es tomar medidas para que haya las menos emergencias posibles, sobre todo aquellas en las que preventivamente se puede incidir, como los incendios, o, en su caso, lograr que una planificación previa posibilite que el daño sea el menor posible, dado el cambio climático y la necesidad de adaptarse para convivir con estos episodios.

Los planes de emergencias, cuya esencia es el establecimiento de un mando único claro, fundamental en el desarrollo de estos episodios, establece los recursos disponibles y su modo de activación, pero también son vasos comunicantes con los planes colindantes y con los superiores, lo que forma una red que permite minimizar la improvisación en pro de la organización y el orden.

En esas estresantes situaciones, los alcaldes y alcaldesas, en quienes recae el mando único, y por tanto los líderes, deben tener templanza y mente fría porque son el referente y para poder tomar las decisiones más correctas asistidos por los técnicos aunque tengan el “corazón caliente”, como apostilló el presidente de la Mancomunidad del Norte, Tomás Pérez.

Así, de los once municipios de la Mancomunidad del Norte, Arucas y Gáldar, con más de 20.000 habitantes, ya cuentan con sus propios planes de emergencias, así como Teror y Guía, mientras que La Aldea ya está a punto de culminarlo y el resto prevé arrancar con su redacción 2021 conscientes de que los ayuntamientos son las entidades más importantes con independencia de la activación del plan insular y regional, dado que son las instituciones que mejor conocen el territorio, a sus vecinos, y los que están en el lugar de los hechos.

De hecho, quedó patente la importancia de las agrupaciones de Protección Civil, las primeras en llegar al punto de peligro, y los responsables de que la mayoría de los conatos queden en dos metros cuadrados, de ahí la necesidad de que estén bien dotadas y equipadas, para lo que cuentan con la ayuda del Cabildo con cargo al Plan de Cooperación Municipal, a lo que se suma la asistencia técnica del Consorcio de Emergencias, al que pertenecen, para la redacción de los planes.

Y es que la situación de los últimos años, subrayó el gerente del Consorcio, Emilio Duch, debe ser entendida como la oportunidad para desarrollar un sistema de coordinación y sobre todo un mecanismo para ser más eficientes con los recursos, ya que los medios municipales tienen competencia para actuar en la evacuación de la población, por ejemplo, con apoyo de la Cruz Roja, y el modo de actuar debe estar ya previsto, incluso con respecto a los municipios colindantes.

El Plan Insular también establece estructura y activación, además de un mando único, el presidente del Cabildo, que cuenta con el comité asesor y el gabinete de comunicación. La comunicación, incidió Emilio Duch, es una parte “crítica” en la emergencia y también se ajusta al funcionamiento de mando único, de modo que en emergencia insular solo el Cabildo está autorizado a emitir información, lo que evita confusiones e incluso la creación de mayores riesgos. El Cecopin, por su parte, constituye la coordinación operativa en esta estructura.

El jefe de Emergencias, Federico Grillo, quien incidió en la importancia de pasar de la reacción a la prevención, apuntó también la necesidad de tomar nota de lo que sucede en cada emergencia para tenerlo resuelto con calma y planificación para el siguiente episodio, aparte de protocolizar las primeras actuaciones como el cierre de carreteras accesos y barrancos en caso de avisos de temporal, lo que permite automatizarlo.

La reunión, concluyó la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez, puso de relieve la importancia de los municipios y su liderazgo a pie de tierra, los expertos en su territorio y los primeros en llegar, por lo que ofreció el respaldo del Cabildo para avanzar en la coordinación y la red que deben formar para afrontar futuras emergencias.

 

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