La fotografía de un gran tiburón blanco publicada por una profesora de secundaria se volvió viral en pocas horas, haciendo surgir el debate sobre si es ético atraer con cebos a los animales, especialmente si se trata de especies amenazadas, para que los turistas puedan verlos de cerca.
La imagen del tiburón, que se acerca atraído por el cebo, parece un fotograma de la película de Steven Spielberg; sin embargo, fue tomada por Amanda Brewer una joven profesora de Nueva Jersey que había estado practicando buceo en jaula en Sudáfrica con la empresa de ecoturismo White Shark Africa.
«No tuve miedo en ningún momento», ha declarado la profesora de arte en Time Lightbox, el blog del departamento de fotografía de la revista TIME, aunque no ha querido hacer comentarios a National Geographic. «Cuando estás ahí y les ves, no tienes medio. Son hermosos y puedes ver lo inteligentes que son».
Brewer tomó la fotografía con una cámara GoPro que compró justo antes de su viaje. Según ella misma, el objetivo ojo de pez de la cámara hace que parezca que el tiburón estaba más cerca y era más amenazador de lo que era en realidad. Tras publicarla en Instagram y Your Shot, la comunidad fotográfica de National Geographic, fue compartida a gran velocidad.
Algunos ya han mostrado su preocupación por lo cerca que parece estar el animal de la jaula. Ricardo Lacombe, por ejemplo, publicó un post en la página de Facebook de White Shark Interest Group en el que criticaba el uso de cebo para atraerlo a la jaula y lamentaba que la foto estuviera teniendo tanto éxito.
En respuesta a las críticas, Brewer ha declarado que White Shark Africa nunca pone cebos en las jaulas o cerca de ellas. «La persona responsable lanzaba cebo alrededor, lejos de la jaula. Lo primero que aprendes es que el tiburón no debe entrar en contacto con la jaula».
Gregory Skomal, biólogo experto en tiburones, afirma que el temor de que el tiburón golpee la jaula es exagerado. «En mi opinión, es muy poco probable que el tiburón se dañe con la jaula», afirma. «Son animales muy fuertes. He visto tiburones con heridas provocadas por otros tiburones, incluso con trozos arrancados, y tienen una sorprendente capacidad para curarse».
Skomal insiste en que las personas que practican el buceo en jaula tienen que obtener permisos específicos y seguir unas estrictas normas de seguridad. Se han dado casos en que tiburones pequeños se han quedado atrapados intentando entrar en las jaulas, pero «es muy poco frecuente».
nationalgeographic.es
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