La orden partió de lo más alto, mucho más arriba de la que unos días antes había ordenado a los concejales del Partido Popular en La Laguna votar en contra de la designación de una calle a nombre de la ex alcaldesa Ana Oramas, actual diputada nacional y mujer con mando en plaza en Coalición Canaria, facción a mi Fernando Clavijo que ni me lo toquen.
Vaya pacto se avecina, vecina
Que todo un ministro del Reino, tan atareado en mejorarle la cuenta de resultados a Repsol, en fundir la economía de las familias españolas y en pisotear cada vez que puede al pueblo que le vio nacer (ay, si José Feliciano lo pudiera ver), se ocupe personalmente de un expediente de segundo nivel como es la designación de una calle a una ex alcaldesa, no es precisamente una anécdota. Ana Oramas es diputada nacional, como ha quedado dicho, y en su agenda política consta que lo querrá seguir siendo a partir de las próximas elecciones generales de 2015. Además, pasa por ser una de las más destacadas ideólogas y ejecutivas de la elección de Fernando Clavijo como próximo candidato de CC a la presidencia del Gobierno regional. Blanco y en botella no puede resultar otra cosa que no sea leche, y por los derroteros de un próximo pacto regional y/o nacional entre populares y nacionalistas (facción a mi Fernando Clavijo que ni me lo toquen) va este guiño político a Oramas y a su sucesor en la alcaldía de La Laguna. Porque los votos de los concejales del PP no eran en absoluto necesarios para la distinción a la exalcaldesa, dada la decisión del PSOE de apoyar la iniciativa. Había que demostrar entrega, lealtad, casi sumisión a una decisión de tan bajo perfil político, y a eso se prestaron una vez más los concejales peperos de Aguere. Que el divino hacedor de las próximas listas electorales se lo premie con puestos de relumbrón. Y que crucen los dedos para que las vicisitudes judiciales no trunquen ese empeño por promocionar al único candidato de CC dispuesto a reeditar un pacto con la derechona canaria.
¿Comisión de qué?
Pero el pleno de La Laguna de este jueves dio para más coplillas políticas. La moción de Socialistas por Tenerife reclamando una comisión de investigación sobre los acontecimientos, llamadas, escuchas y otras gaitas que han rodeado (y seguirán rodeando) la operación Corredor se quedó sobre la mesa a petición de los proponentes tras un debate en el que hubo de casi todo. Muy hábilmente, el grupo de gobierno pretendió un cambio de nomenclatura de la tal comisión, a la que pretendieron denominar “de información”, con la pretensión de que sólo pudiera dedicarse a la revisión de los expedientes administrativos del Ayuntamiento, sin posibilidades de extender su actuación a ninguno de los sucesos colaterales aireados estas últimas semanas por la prensa. Además, el grupo de gobierno propuso que la tal comisión fuera presidida por el alcalde o persona en la que él delegara, y con una composición proporcional a la que tienen las comisiones informativas del consistorio. Nacho Viciana, de Socialistas por Tenerife, trató de darle una vuelta a la contraoferta proponiendo que la comisión tuviera características “especiales”, como prevé el reglamento orgánico del Ayuntamiento y que, en todo caso, la presidiera un elemento o elementa de la oposición. La cosa pudo haberse quedado casi resuelta si no llega a ser por el formato de intervención de los vecinos que implantó sobre la marcha el alcalde Clavijo. Antes de que se votara la moción intervinieron tres ciudadanos que lo habían solicitado formalmente y que reunían los requisitos para hacerlo (ser portavoces de alguna entidad convenientemente inscrita en el registro de participación ciudadana o venir avalados por al menos cien firmas), y los elegidos para la gloria fueron tres vecinos de clara inclinación pro-clavijista: uno de Las Chumberas (la urbanización sobre el que tiene uno de sus focos el juez Pamparacuatro) y dos de la Federación Vecinal Aguere, alguno de cuyos dirigentes aparece mentado en el sumario por su excesivo compadreo con el señor alcalde.
Dos vecinos no pudieron hablar
Ni que decir tiene que las tres intervenciones vecinales permitidas en el pleno lagunero de este jueves fueron de riqui-racas al alcalde y de clara censura a los concejales que habían osado pedir una comisión de investigación sobre su comportamiento. En algunos momentos los intervinientes elogiaron la cercanía de Clavijo y la facilidad que tienen para pedirle cosas y que se las conceda, cualidades estas que eran respondidas con carraspeos por parte del público, quizás igualmente necesitado de que a ellos también se les ponga la primera autoridad municipal al teléfono con la misma generosidad. Pero hubo otros dos vecinos que no pudieron hablar, una famosa y muy activa vendedora de Lotería de la Punta del Hidalgo, expulsada recientemente de un pleno en volandas por fornidos brazos de la Policía Local, y un dirigente de Guamasa, de esos que fueron muy críticos durante la tramitación del Plan General. El grupo de gobierno alegó que no tenían la autorización tramitada, pero ellos mostraron al pleno el documento que acreditaba que la habían tramitado en tiempo y forma, cada uno con sus 100 firmas. Al final, entre una cosa y la otra, Nacho Viciana decidió que lo mejor era dejar sobre la mesa su petición de comisión de investigación con la amenaza de volverla a llevar al pleno municipal en la próxima ocasión que se le tercie.
Los hagiógrafos de Rosa se la envainan
Se la tienen que estar comiendo con papas los hagiógrafos del empresario lanzaroteño Juan Francisco Rosa, que llevan ya un tiempito con la majadería de que al hombre le han cerrado la famosa bodega Stratvs por una especie de maleficio político-judicial derivado de la envidia, que es muy cochina casi siempre. Esos escribanos de pluma fácil, a los que empiezan a caerles demandas de mayor cuantía por pasarse de frenada en cada curva, les debe haber sentado a cuerno quemado que el prócer empresarial haya reconocido ante la jueza que instruye la causa penal por los delitos urbanísticos y ambientales que adornan a esa bodega que él siempre fue consciente de que no tenía ni una puñetera licencia urbanística, ni una mísera autorización para ejecutar aquella magna obra. Se les ha caído el quiosco de manera atronadora sin que, por el momento, se hayan dado por aludidos. El caminar imparable de la justicia, que cada día en este asunto hace acopio y más acopio de pruebas irrefutables, adquiere con esa autoinculpación una nueva dimensión porque, aparte de los periodistas comprados al peso, deja con el culo al aire a toda una suerte de técnicos, políticos y hasta un juez que han estado revoloteando alrededor de la misma cuestión a la espera de que la campaña de descrédito contra jueces, fiscales y Guardia Civil les salvara a ellos esa zona tan delicada del esqueleto.
Fabián y Duchemín, en trance de imputación
Ninguno de los agentes en presencia en el caso Stratvs podrá alegar ahora ignorancia, porque si el amo y señor se carga con el reconocimiento de la ilegalidad que cometía, pocos argumentos pueden esgrimir para dibujar una digna escapatoria. Pero la juez no se ha quedado solamente en escuchar, con grabación videográfica, la declaración de Rosa. Este jueves se ha sabido que ha recibido la petición del Ministerio Fiscal de imputar también a Fabián Martín, digno heredero político y familiar de su padre, Dimas Martín, y al técnico del Cabildo José Juan Hernández Duchemín, ex gerente del Consejo Insular de Aguas. El primero, al parecer, por dar trámite a informes del segundo que trataban de salvar la notable inversión de Rosa en La Geria, y al segundo precisamente por lo mismo. Si la juez accede a las pretensiones del Ministerio Público deberá remitir toda la causa, con su exposición razonada, al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, dada la condición de aforado de Fabián Martín, digno parlamentario integrado en el Grupo Mixto de la Cámara regional. En el caso de que lo deje para más adelante, muy pronto veremos a Hernández Duchemín declarar en calidad de imputado, lo que ya empieza a preocupar en el entorno del actual presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, que cuenta a ese técnico como uno de sus colaboradores de mayor confianza. Se desvanecen por momentos las esperanzas de que el asunto de la bodega Stratvs se despache con un archivo, lo que hace las delicias de los que coleccionan fotos de políticos durante su inauguración y de los mismos políticos –y alguno más- brindando con regocijo en la boda de la hija del todopoderoso Juan Francisco Rosa.
http://www.eldiario.es/canariasahora/topsecret/Top_6_333926643.html
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