Esta expresión nace en los ambientes rurales en los que los jornaleros que
trabajaban el campo se ayudaban unos a otros a la hora de sembrar o cosechar.
La propia postura de ir medio encorvado siguiendo las hileras o surcos y unos
junto a otros hacía que los hombros de estos trabajadores estuviesen a menudo
tocándose el uno con el otro (algo muy similar ocurre con expresiones como
‘trabajar codo con codo’ o ‘luchar codo con codo’).
A ese acto de colaboración, para facilitar que el trabajo se realizara más
rápidamente fue lo que dio origen a la expresión ‘arrimar el hombro’
Fuente: El listo que todo lo sabe.
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