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viernes, 3 de abril de 2020

Caminos


                                                                        Carla Sánchez
Llevo varias noches sin dormir, justamente la anterior a este texto, la pasé entera despierta, y la culpa la tiene todo lo que vas a leer. Hace días me mandaron un vídeo de un salto de agua impresionante en Venezuela, el vídeo empieza diciendo, que la zona casi no tiene caminos de acceso y que la civilización más cercana está a 600 kilómetros. La inexistencia de caminos, ha hecho espectacular ese lugar, porque de haber más formas de acceso, llegaríamos con más facilidad y por supuesto, lo destrozaríamos. Ahora, ¿Se dan cuenta de la importancia que tienen los caminos?

En esa eterna noche despierta, me asomé a la ventana, eran las cinco de la mañana y todas las calles y carreteras estaban totalmente desiertas, vacías, nadie las transitaba, es normal por la hora que era, pero pensé que, si fuesen las diez de la mañana, ahora mismo, estarían exactamente igual y así día tras día, hasta que nos dejen salir, porque no es que no existan los caminos, es que no podemos usarlos. Entonces, conecté con este texto.

Los romanos, empecinados en unir el mundo en un solo Imperio, hicieron un sistema de caminos desde su capital hasta las provincias, por lejanas que fuesen, de ahí, unieron muchísimos lugares y nació el refrán de que “Todos los caminos, llevan a Roma”. Lo cierto es que todos los caminos llevan a un lugar y ahora que nuestros únicos recorridos son dentro de nuestra casa, tenemos que reflexionar sobre el modo en que vamos a dar nuestros primeros pasos cuando realmente seamos libres y esos caminos no tengan tope, porque ahí tendremos que usarlos y hacerlos de forma totalmente distinta a la que hemos elegido hasta hoy.
Lo primero será disfrutar del camino aprendido, hace semanas, antes de todo esto, mis sobrinos pasaron una tarde en casa, uno de ellos estaba en clase y le dije que al salir viniese sólo hasta casa, porque es muy cerca. Desde la ingenuidad de un medio hombrecillo, me dijo – No puedo Carla, yo me sé el camino desde clase hasta mi casa, pero no desde clase hasta la tuya-. Esta afirmación inocente, es totalmente lógica, estaba a pocas calles de mí, pero no sabía el camino y temía perderse. Dejando a un lado, los caminos que un día usamos y dejamos de hacer, porque sólo nos llevaban a lugares, que no nos hacía felices, caminos, que, entiendo que no volvamos a pisar, nosotros, de los caminos aprendidos, tenemos solamente que repasar nuestros pasos, desde tu casa hasta el mar, desde mis brazos a los tuyos, de su enfado a tu comprensión, de su sonrisa a la tuya, de tu puerta a la de tus padres, de su ombligo a su boca, del engaño a la verdad, del hospital a casa, de las fotos a las personas, de disfrutar a compartir, de la música al baile, del miedo a la anécdota, del olvido al recuerdo… recordemos ese camino, porque siempre ha estado, pero lo hemos olvidado, por usar siempre un atajo, que no nos deja disfrutar de las vistas.
Lo siguiente será, con cautela, crear caminos nuevos, donde antes no los había o no los conocías, pero quiero pensar que ahora lo haremos bien y no habrá más caminos de la confianza al abuso, de la broma al descrédito, del meme a la tesis doctoral, del ideal al fanatismo, de la complicidad a la maquinación, en definitiva, del amor al odio. Volviendo a casa ese día, con los niños, les expliqué el camino entero, estaban nerviosos por llegar y jugar con Polo, mi perro, pero creo que me prestaron atención suficiente y si no fue así, volveremos a repasarlo juntos hasta que puedan hacerlo porque ya conocen todos los pasos.
No les estoy pidiendo que sigan una única dirección como un rebaño, bueno yo realmente, no les pido nada, yo he hecho el camino desde el sillón a la mesa para escribir y contarles, que hasta ahora hemos tenido la suerte de poder llegar a donde queremos, de muchas formas, por muchos sitios y normalmente, explotamos el más rápido, abusivo, invasor y que, incluso, nos permitimos el lujo de no tomar ninguno.
No sé cuándo será, me quita el sueño todos los recorridos que tengo en mente, pero en cuanto se pueda, recuerden, reinventen, descubran y por favor, disfruten del camino.
…mientras tanto, por favor, quédense en casa, dentro de tu camino, esto es sólo una parada…

fuente:  https://marisolayalablog.wordpress.com/

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