Mary Almenara
Si ya de por sí esta situación que estamos viviendo resulta un sin vivir, el vernos obligados a acudir a las ventanillas de algunos estamentos oficiales y encontrarlas cerradas termina por desesperarnos al encontrar todo cerrado a cal y canto.
Cualquier cosa que dependa de las oficinas municipales o nacionales, debemos hacerla a través de Internet, pues las razones en las que se amparan para no recibir físicamente al público es el prevenir contagios. Esto me parece coherente y acertado si no fuera por un par de asuntos negativos que no me convencen del todo.
Si el motivo es prevenir posibles contagios, pienso que las personas que trabajan en este tipo de oficinas no saldrán de sus casas para nada o lo que es lo mismo… no irán a los supermercados, peluquerías, mercados y un largo etcétera por miedo a contagiarse.
A mi entender esto es medir por raseros diferentes, ya que las personas que trabajan en comercios, peluquerías, gasolineras y un suma y sigue también tienen todo el derecho a protegerse del Covi 19. Esto sin mencionar al personal que trabaja en hospitales donde han sido muchos los fallecidos pero ellos siguen ahí dando la cara.
No me equivoco si aseguro que sí saldrán a estos lugares y más, como por ejemplo; playas, restaurantes y cualquier lugar que se tercie.
Al realizarse el trabajo de manera online todo se va retrasando de tal manera que muchas personas pierden los nervios al ver como pasan los días y nadie le coge el teléfono para tramitar cualquier cosa importante para ellas.
Amén de poner entre la espada y la pared a un gran grupo de individuos que no saben manejar un ordenador ni tienen a su lado a una persona que las saque de esos apuros.
Por supuesto que no culpo a la trabajadora o trabajador que debiendo estar tras un mostrador o ventanilla debe hacerlo desde su casa. Culpo a los políticos lumbreras que son los que dan esas órdenes, porque a ellos les atienden a golpe de teléfono y sin esperar hasta un mes para que le den hora, de nuevo y así poder tramitar cualquier asunto que, en muchas ocasiones, se trata de pedir ayuda al no tener ni para comer.
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