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lunes, 19 de febrero de 2018
Vecinos de San José de Las Longueras reclaman la apertura del local social
El inmueble cuenta con un salón de 200 metros
cuadrados en los que los residentes creen que pueden realizarse
actividades lúdicas.
Los años que permanece cerrado llevan a
confusión, no recuerdan a ciencia cierta si son ocho o 10, pero los
vecinos de San José de Las Longueras sí tienen bien presente que el
único local para desarrollar su actividad social tiene las puertas
cerradas. La opinión mayoritaria es que el Ayuntamiento de Telde,
propietario del salón principal, lo reabra cuanto antes, si bien hay
residentes que consideran que su reapertura tampoco es la panacea, sino
que puede incluso acarrear problemas a la tranquila población de este
barrio.
"No tenemos ningún local donde las personas mayores y el
resto de vecinos puedan pasar el rato jugando a las cartas, viendo la
televisión u organizando actividades", indica Juan Santana Domínguez,
expresidente de la comisión de fiestas de San José, quien critica la
desidia institucional sobre este asunto. "Hemos hablado con todos los
políticos y nos han engañado, el salón, de unos 200 metros cuadrados es
del Ayuntamiento de Telde, mientras que el local es del Gobierno de Canarias, pero ni uno ni otro han hecho nada pese a nuestras solicitudes", añade.
Ubicado
a la entrada de este enclave residencial, el inmueble es un edificio
alargado en el que hay espacio para todos, apunta Santana, quien no
entiende el porqué continúa vedado a su uso comunitario, pero también
municipal. De hecho, afirman también otros vecinos, sería un sitio ideal
para ubicar la oficina de la concejalía de Servicios Sociales ubicada
en la parte alta del barrio, "casi al final, muy alejado, cuando aquí
sería más cómodos para los usuarios, que no tendrían que caminar hasta
arriba para ser atendidos".
Con una población de 2.000
habitantes y 496 viviendas, San José de Las Longueras, aseguran, no
tiene dónde reunirse después del cierre del inmueble. Manolo Caldera,
toda una institución en el barrio por su labor social y deportiva,
recuerda que hace unos años se invirtió "cuatro millones de pesetas para
arreglar el techo", pero pese a que cuenta con mesas, espacio para una
cantina, un salón de baile con escenario y una sala para ver la
televisión, no se utiliza sin que se sepa a ciencia cierta la razón. Las
promesas realizadas en estos años desde el Ayuntamiento no han hecho
más que aumentar la desilusión y la frustración de los vecinos, que
esperan su cumplimiento.
El salón, propiedad del Ayuntamiento de
Telde, se comunica con los locales pertenecientes al Gobierno de
Canarias, pero se les ha devuelto y ahí siguen, sin uso.
No
obstante, no dan la batalla por perdida y retomarán las peticiones a las
dos administraciones públicas, en el horizonte se encuentra marzo, el
mes donde el barrio celebra las fiestas patronales en honor a San José,
una oportunidad para que tanto Ayuntamiento como Gobierno abran por fin
este espacio comunitario.
Por otra parte, hay residentes que
creen que es mejor dejarlo como está porque cuando estuvo abierto,
aseveran, hubo problemas que creaban inseguridad por la actitud de otras
personas. Ahora, pasar a su lado es ver un edificio muerto, sin
actividad en un barrio que reclama su espacio de ocio.
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