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viernes, 19 de febrero de 2016

YA NI EL GOFIO ES CANARIO



 Por EUGENIO FERNÁNDEZ / CANARIAS-SEMANAL.ORG.-


     Canarias importa alrededor del 90% de los alimentos de consumo básico que la población requiere para su subsistencia diaria. Esta total dependencia alimentaria no es, desde luego, un problema exclusivo de nuestra Archipiélago, sino un fenómeno mundial. La consecuencia inevitable de un modelo agroalimentario exportador controlado por un pequeño puñado de multinacionales que dominan el comercio de granos y la producción y distribución de semillas, herbicidas y fertilizantes.


   
En Canarias, sin embargo, donde una situación de desabastecimiento provocaría consecuencias castastróficas por su aislamiento archipielágico, esta dependencia también es responsabilidad de una casta política que, pese a legitimarse ante la población por su supuesta defensa de la canariedad, estrangula la producción autóctona , al tiempo que  subvenciona el negocio de la importación. 


    A tal punto llegan las políticas que amenazan con acabar con la producción local de alimentos, que ya ni siquiera los cereales con los que se elabora el gofio canario se cultivan en las Islas.    



Casi todo el cereal tostado que se consume en el Archipiélago proviene del extranjero.  La tradicional pella de gofio o el gofio"escaldao"  se prepara en los hogares isleños con trigo o millo procedente de Canadá, Argentina, Alemania o Francia



   Un año después de obtener el sello de "garantía nacional" bajo la figura de Indiación Geográfica Protegida Gofio Canario, casi todo el cereal tostado que se consume en el Archipiélago proviene del extranjero.  La tradicional pella de gofio o el gofio "escaldao"  se prepara en los hogares isleños con trigo o millo procedente de Canadá, Argentina, Alemania o Francia.


   Canarias consume una media de 3.000 toneladas de gofio al año, lo que supone más de medio kilo de harina tostada por cada isleño cada 12 meses. Sin embargo, a pesar de esta gran demanda,  los pocos molinos del Archipiélago que siguen funcionando elaboran esta mezcla de cereales con trigo y millo importados.


   En la actualidad, lo único que sigue siendo canario en el gofio es su transformación.  


   El nivel de autoabastecimiento de cereales en el Archipiélago es mínimo. Los índices, que se sitúan en torno al 3% o 4%, evidencian que las privilegiadas condiciones del invernadero canario no se están aprovechando.  



   "Los agricultores no tienen dudas a la hora de señalar las causas de esta aparente paradoja. "Las condiciones para cosechar cereales siguen siendo óptimas  -dicen-  pero no hay apoyo de las administraciones ni de sectores como la hostelería y el turismo".



   "La defensa de nuestros productos es una de las peleas que mantenemos desde hace años"- afirma el presidente de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Mario Escuela.



Los canarios somos grandes consumidores de gofio y a los turistas también les interesan los productos autóctonos, demanda no falta, pero ni las administraciones, ni la hostelería ni el turismo nos ayudan a colocar nuestros cultivos


   "El gofio que consumimos en el Archipiélago no solo proviene del exterior, sino que a menudo es viejo, mientras que en las Islas contamos con muy buena calidad"- añade el agricultor.



   El sector defiende que su salvación podría estar en el autoconsumo. "Nuestra capacidad productiva no nos permite competir en el exterior, pero si podemos abastecer gran parte de la demanda interna"- apunta Escuela.



   "Los canarios somos grandes consumidores de gofio y a los turistas también les interesan los productos autóctonos, demanda no falta, pero ni las administraciones, ni la hostelería ni el turismo nos ayudan a colocar nuestros cultivos" - sostiene el dirigente de UPA.



   Para poder lograrlo, el sector primario reclama la diferenciación de sus productos. "Falta información, la gente no sabe de dónde viene el cereal o el tomate que compra, ni la calidad que tiene"- denuncia.



   Como consecuencia de ello, cada vez son menos quienes siembran cereales en el Archipiélago, ante la incapacidad de competir con las producciones exteriores subvencionadas. Así, los molineros canarios también se ven abocados a  recurrir al cereal exportado.


    "Hace 40 años nuestro molino se autoabastecía con el cereal de la zona de La Laguna y Tacoronte, pero ahora es imposible, es un cultivo que está totalmente abandonado", reconoce José Luis García, gerente del centenario molino de gofio La Molineta, en Tenerife.


   "El Gobierno debería dar más ayudas para diferenciar el producto canario, tanto en las cadenas alimentarias, como para la población" -coincide en señalar García.
http://canarias-semanal.org/not/17806/ya-ni-el-gofio-es-canario/
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