Lamine llegó en patera a la costa grancanaria hace tres años. Al no tener trabajo, ha perdido el derecho a una tarjeta sanitaria.
Lamine Boddane vive desde hace nueve meses en el piso de acogida que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado tiene en Vecindario (Gran Canaria). Apenas domina el idioma y en su rostro se refleja una gran timidez, algo que no ha impedido que pierda la sonrisa.
Lamine llegó en patera siendo menor de edad. Cuando le preguntamos qué edad tiene, se muestra pensativo y nos pregunta, “¿Aquí? Aquí tengo 19, pero en mi país 21” dice mientras se sujeta las muñecas para explicarnos que el desfase se debe a que durante las pruebas óseas que le realizaron al llegar a Gran Canaria pensaron que era dos años menor.
Lamine procede de Gambia y tiene un hermano viviendo en un centro de menores en Las Palmas de Gran Canaria. Hace un año que no sabe nada de sus padres porque, “siempre que los llamo me piden que envíe dinero y yo no encuentro trabajo”.
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