Antonio Estupiñán Sánchez
El litoral costero del municipio de Agüímes, especialmente entre Playa de Vargas hasta Playa de Arinaga (casi ocho kilómetros de costas), es poseedor de un rico historial que data desde nuestros antepasados aborígenes, con asentamientos entre Temisas, Agüímes , Barranco de Guayadeque y dispersos entre Playa del Burrero, Playa de Vargas y Arinaga (1.450), de cuyos escasos pobladores aborígenes que quedaron se mezclaron con las fuerzas de ocupación Castellana, dando lugar a la repoblación perdida (1.480 / 1550), de cuyas generaciones hemos llegado hasta el inicio del siglo XXI, atrás queda más de 500 años desde la implantación del “Real Señorío de los Obispos de Canarias (1.486 – 1.837)”, teniendo la Villa de Agüímes tierras adentro gran esplendor, mientras en su zona costera, apenas existían vestigios de civilización hasta bien entrado el siglo XVII que comenzó a tener su gran importancia tras las explotaciones de la industria de la cal autentica fuente industrial en la comercialización, construcción, arreglo y adecentamiento de las viviendas de la época y otras infraestructuras, llegando hasta los albores del siglo XX (1.950).
En ésa época en la zona de Arinaga sólo habían caminos y veredas para carretas tiradas por mulos, burros y caballos. Para alumbrar el faro de Arinaga los vapores/veleros se acercaban entre la zona del Islote y el “muelle viejo” donde descargaban las latas de petróleo y aceites y desde allí eran transportados a lomos de burros hasta el depósito de carburante junto al antiguo faro y donde hoy en la actualidad ha sido rehabilitado para en su interior poner un museo marítimo y un restaurante mientras que junto al antiguo faro también se ha rehabilitado la vivienda/almacén donde se depositaba las latas de petróleo y aceite para antaño encender el faro, conservando su vistosa y panorámica visión de dos clásicas habitaciones de “autentica cantera volcánica-bermeja” (hoy en desuso) así como otros materiales de la época. Al entrar en funcionamiento el nuevo y moderno faro (1.963), los fareros desaparecieron por los avances de las nuevas tecnologías y el antiguo "muelle viejo" se abandonó a su suerte hasta nuestros días.
El responsable de éste artículo entrevistó en “ La Provincia ” en 1.993 a Juanito Artiles Peña de
86 años de edad, que fue... (uno de los últimos supervivientes del citado "muelle viejo" y testigo directo del antiguo faro). En su alocución nos dijo...... “Recuerdo al "viejo muelle" de Arinaga cuando se descargaban el petróleo y el aceite para alumbrar el faro, también recuerdo a aquel vapor-velero “Rio de Oro” que tenía tres palos y en marea llena descargaban en lanchas las latas de petróleo y aceite hasta el viejo muelle por tener dicho muelle poca profundidad y de paso este barco se llevaban las piedras de cal de los hornos de Risco Verde y Playa de Cabrón con destino a Las Palmas, yo estuve viviendo muchos años en las cuevas de Playa de Cabrón, cuando se construyó el otro pequeño muelle junto a la playa de Arinaga, allí se llegó a descargar los “manojos de varas” para los tomateros y de ahí p´a lante fue cuando empezó el progreso y hacer viviendas en Arinaga....”
Hace aproximadamente cuatro lustros que el anterior alcalde del municipio de Agüimes Antonio Morales Méndez (Hoy presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria) nos manifestó su interés para rehabilitar el resto de lo que quedaba de muelle por su gran valor etnográfico e histórico (hoy casualmente se ha rehabilitado el viejo y antiguo faro de Arinaga y la vivienda / depósito de carburante para el encendido del primer faro) y se han despreocupado de esta reliquia del "muelle viejo" que de no rehabilitarse "por la vía de urgencia" su débil estructura caerá por abandono en los próximos años y es una pena que el Ayuntamiento de Agüimes pierda el que fuera su primer muelle costero e industrial del municipio.
(*) Articulista en los medios digitales de información.
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