Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han culminado una operación conjunta “Hermes-Cuádriga ”, en la que se ha desarticulado una organización delictiva integrada por ciudadanos españoles y marroquíes, dedicada al tráfico de hachís desde la Melilla, con destino la Península ibérica.
Base de operaciones en la Ciudad Autónoma de Melilla
Dos
de los integrantes de la organización -padre e hijo- afincados en
Melilla, eran los responsables de arrendar naves industriales en un
polígono de la ciudad, y realizaban los trámites en persona y los pagos
en mano y efectivo, con el fin de no dejar huella digital y tener
cobertura legal para realizar operaciones lícitas.
Otro
miembro de la organización, actuaba como representante de la empresa
que el líder de la organización administraba y se encargaba de contactar
con organizaciones delictivas dedicadas al tráfico de hachís en Melilla
o Marruecos.
Una
vez introducida la droga en la Melilla, era almacenada en las naves
industriales alquiladas por la organización, usando como cobertura legal
la de ser una empresa importadora/exportadora de ropa. Posteriormente,
otra empresa consignataria despachaba la llegada a la ciudad de los
semirremolques de “ropa usada”, procedente de Almería, que introducían en las naves arrendadas.
Tras descargar la mercancía “legal”,
introducían la droga en los remolques utilizados para traer la ropa en
complejos dobles fondos realizados previamente, provistos de avanzados
sistemas electrónicos de apertura, donde ocultaban dispositivos de
seguimiento GPS, de tal forma que el líder de la organización controlaba
en todo momento la localización del vehículo con la droga.
Una vez preparada y cargada la droga en el semirremolque, solicitaban a la empresa consignataria su traslado aparentemente “vacío”, hasta el puerto de Melilla, donde lo embarcaban en los buques con destino a la península.
La
droga tenía como destino un polígono industrial en la localidad de
Lorca (Murcia), donde al igual que en Melilla, introducían el vehículo
en una nave industrial que utilizaban como “guardería” para la descarga y almacenamiento hasta el momento oportuno de su distribución.
Empresas pantallas para el blanqueo
Los beneficios económicos de la venta de la droga quedaban “blanqueados” mediante la cobertura de otras empresas “pantallas”
creadas por la organización, con apariencia de legalidad y cuya
finalidad era introducir en el curso legal los grandes beneficios
obtenidos de forma ilícita.
Tráfico de vehículos sustraídos
En
el transcurso de la investigación se detectó que varios de los
integrantes de la trama realizaban paralelamente operaciones de tráfico
trasnacional de vehículos sustraídos en Francia; para ello, previamente
realizaban una sucesión de cambios de titularidad en diversas ciudades
del citado país, hasta conseguir un permiso de circulación válido que
les permitiese realizar la venta posterior en España.
La
operación ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía
Judicial de la Guardia Civil de Melilla y el Cuerpo Nacional de Policía
(Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Lorca, Murcia).
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