La Guardia Civil en el marco de la operación “BLACKWATER” investiga a 7 personas como presuntos integrantes de una trama organizada formada por miembros de una misma familia, los cuales dirigen dos empresas, por efectuar vertidos contaminantes al dominio público hidráulico aprovechando los días de lluvia y la noche para evitar ser detectados. Los investigados utilizaban un entramado de empresas para dificultar las posibles investigaciones y la acción de la justicia.
Los
agentes observaron como en una balsa próxima se estaba utilizando una
manguera que vertía directamente sobre el terreno una sustancia oleosa
fluyendo hacia un arroyo procediendo a la toma de muestras de las aguas
residuales que fueron entregadas para su análisis a la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir.
También
localizaron una balsa llena de un líquido oleoso de color negro
intenso, en la que se acumulaban residuos plásticos procedentes de las
materias primas utilizadas en la balsa sin impermeabilizar. Esta balsa
tenía numerosas fugas sobre una superficie no impermeabilizada que
también generaba un vertido en el terreno.
Loa
agentes comprobaron cómo habían sido realizados varios vertidos
directos de aguas residuales industriales al cauce público. Estos
vertidos los hacían coincidir con periodos de precipitaciones
meteorológicas. Estos presentaban un fuerte olor y un color oscuro
intenso que incrementaba el caudal del arroyo logrando deshacerse de los
residuos industriales generados en el proceso de fabricación y así
diluir los residuos entre aguas pluviales. Estos vertidos desembocaban
en el Río Guadalbullón afluente del Río Guadalquivir, espacio protegido
por la Red Natura 2000 (red de áreas de conservación de la
biodiversidad en la Unión Europea.).
Por
todo ello los investigadores sometieron a vigilancia a dicha empresa
detectando como en los días de lluvia esta empresa vertía aguas
residuales al arroyo. Tras tomar muestras de este vertido y enviadas
para su análisis al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias
Forenses de Sevilla, estas resultaron tener una alta concentración de
metales pesados que debido a su especial toxicidad pueden causar daños a
la calidad de las aguas receptoras suponiendo un riesgo para el
equilibrio de los sistemas naturales y que dependiendo del caudal y la
continuidad de los mismos pueden causar daños a la calidad del suelo.
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