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lunes, 23 de abril de 2018

22/04/2018 REDACCION | 4111 lecturas La dignidad de Antonia Alba: El Ayuntamiento ultraguarrista de Jerez quiso humillar a una abogada antifeminista y esta le dio una lección

Antonia Alba.

Hermann Tertsch*.- El ayuntamiento de Jerez de la Frontera ha sido escenario de una preciosa gesta de una mujer valiente que ha denunciado las vergüenzas, las muchas vergüenzas y la bajeza de su conducta, a todo un equipo de gobierno de socialistas del PSOE y comunistas de Podemos e Izquierda Unida.

Ese ayuntamiento estableció unos premios ya muy típicos en la izquierda cainita y revanchista que España sufre desde principios del milenio. Se otorga un premio y un anti premio, como aquellos premios Naranja y Limón, pero sin el menor atisbo del humor que hacía aceptables aquellos galardones. Hay un premio al bueno, es decir a alguien militante o muy comprometido izquierdista. Y un premio al malo, que es cualquiera que se haya significado por oponerse a la voluntad de la izquierda. El ayuntamiento de Jerez creó los premios Racimo y Filoxera. El Racimo para premiar a los propios, el Filoxera para humillar al enemigo.
El Racimo fue para Brisa Fenoy, cantante andaluza, izquierdista, hija de sindicalista, premio perfecto. Y el premio Filoxera era para denunciar y humillar públicamente desde el Ayuntamiento a Antonia Alba, una abogada que preside el Movimiento Femenino Por La Igualdad Real. Y que denuncia no solo la inconstitucionalidad y el abuso sistemático de la Ley de Violencia de Género sino la ideología de género y el feminismo de odio y agitación.
El problema para el ayuntamiento surgió cuando Antonia Alba en vez de quedarse en casa llorando por haber sido señalada con esa bajeza y mala intención, exigió y consiguió ir a recoger el premio delante de la prensa convocada. Los promotores del abyecto galardón se preocuparon por qué la alcaldesa no asistió por cuestiones familiares. Y fue Carmen Collado, teniente de alcalde de Igualdad la que se tuvo que tragar el sapo. Porque Antonia Alba acudió con amigos, recibió el premio y convirtió su discurso de agradecimiento en un soberbio alegato en favor de la libertad de expresión, de la igualdad entre sexos y de los derechos constitucionales que se pisotean con la ideología de género. A Antonia Alba quisieron humillarla y la engrandecieron definitivamente como una mujer valiente, articulada e inteligente con convicciones y fuerza para defenderlas. Una mujer que les dijo allí mismo mil verdades a todos los que habían intentado su asesinato civil. Y cuyo discurso se hizo viral en las redes.
En España hay tanto hábito de intimidación y matonismo por parte de los guardianes ideológicos de izquierda que la mayoría de los españoles evita polemizar y mucho más el exponerse como Antonia Alba. Todo se agravó a partir del zapaterismo. Medios izquierdistas también hacen premios y contrapremios para señalar a periodistas que hay que atacar, odiar, ridiculizar y difamar. Al Ayuntamiento de Jerez le salió el tiro por la culata. Para ser libre en España hay que perder el miedo a que te llamen «facha». Antonia Alba lo es. Sin miedo ninguno les dio una gran lección de dignidad y amor a la verdad que ellos jamás podrían concebir.
*Articulista de opinión de ABC

FUENTE:   http://www.alertadigital.com/2018/04/22/la-dignidad-de-antonia-alba-el-ayuntamiento-ultraguarrista-de-jerez-quiso-humillar-a-una-abogada-antifeminista-y-esta-le-dio-una-leccion/

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