La Policía teme que los sicarios que mataron a Machín ya dejaron Tenerife

El acribillamiento del empresario herreño dispara la preocupación por la seguridad en la sociedad isleña, que contempla con asombro la aparición de una violencia criminal ajena, hasta ahora, a Canarias.



Los especialistas del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional asignados a la investigación del asesinato del empresario herreño Carlos Machín, acaecido en la noche del pasado martes en el barrio lagunero de La Verdellada, temen que los autores de dicho crimen abandonaron Tenerife desde un primer momento, si bien no hay confirmación oficial de tal circunstancia.
Esa sospecha obedece a la primera impresión obtenida tras el análisis de lo sucedido, ya que por ahora la principal hipótesis de la investigación policial es, como informó ayer DIARIO DE AVISOS, que este asesinato fue obra, al menos, de dos sicarios contratados para ello. Sirva como ejemplo de esos indicios el hecho de que la brutal agresión a Machín fuera planificada con tiempo y método, dado que a la víctima se le acechó durante días para así conocer sus hábitos y, especialmente, los más rutinarios.
No en balde, sorprendieron al empresario cuando salía de su clase de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas existente en el referido barrio lagunero, justo a una hora (diez y media de la noche, aproximadamente) y un lugar (el aparcamiento existente en dicho centro docente) que sin duda facilitaron el éxito de sus malvados intereses.


Además, los investigadores policiales han comprobado, a su pesar, la ausencia de cámaras de seguridad orientadas hacia los lugares por donde circularon estos asesinos. Ni las hay en el garaje del edificio de Los Majuelos donde robaron el Renault Clio de color negro utilizado para cometer el asesinato, ni en el escenario del crimen, ni en la calle del barrio de Gracia donde finalmente abandonaron el vehículo, al que prendieron fuego para así destruir posibles pruebas que ayudaran a desvelar la identidad de los criminales.

Miedo

Mientras los especialistas de la Policía Nacional se esfuerzan en dar con los responsables de este asesinato (tanto sus ejecutores como quienes pudieran haberlo ordenado y/o encargado), no remite el notable impacto que está causando en una sociedad como la tinerfeña, en absoluto acostumbrada a la criminalidad asociada a un nivel de violencia tan grave como el que nos ocupa.
Si, felizmente, hechos como el que le ha costado la vida a Machín siguen siendo insólitos en Canarias, ello no es óbice para que los ciudadanos interpreten el incipiente inicio de un indeseable cambio sustancial en la delincuencia que se registra por estos lares.
No fueron pocos los que en estos días han recordado el tiroteo que se produjo a mediados del pasado mes de enero frente a una tasca de Ofra (Santa Cruz de Tenerife), suceso por el que se sigue buscando a los que dispararon, sin acierto, a un vecino que abandonaba dicho establecimiento. Tampoco tranquiliza que, al mes siguiente, apareciera enterrado en una obra de San Miguel el cadáver de un varón al que mataron a golpes, crimen aún pendiente de esclarecer.
Este notable golpe a la tradicional confianza de los canarios en la seguridad solo es comparable, en los tiempos recientes, a la inquietud surgida tras la violenta muerte de otro empresario isleño, Raimundo Toledo, si bien la detención de sus presuntos asesinos rebajó, en aquel verano del año pasado, la alerta social que provocó entonces.

Se prevé que el traslado del finado a El Hierro pueda realizarse hoy

La familia, los amigos y otros allegados a Carlos Machín, el empresario de 51 años de edad asesinado el pasado martes a tiros en La Verdellada, confiaban ayer en que hoy se podrá, finalmente, proceder al traslado de los restos mortales hasta su isla natal, El Hierro, donde está previsto que se celebre el sepelio de la víctima de tan terrible crimen.
Se esperaba que fuera ayer cuando, finalizados los análisis propios de la autopsia, las autoridades entregasen el cuerpo de Machín a la familia, pero un retraso de última hora ha reducido las probabilidades de que, finalmente, dé tiempo de aprovechar las conexiones aéreas existentes entre Tenerife y la Isla del Meridiano.
Pedro Carlos Machín Quintero nació en Isora (Valverde) en 1966, y deja viuda y tres hijos, dos niñas y un niño. Implicado en el llamado caso Corredor, por el que llegó a ser juzgado y absuelto, el empresario se había desvinculado plenamente del sector del ocio.

FUENTE:   https://diariodeavisos.elespanol.com/2018/04/la-policia-teme-que-los-sicarios-que-mataron-a-machin-ya-dejaron-tenerife/