Tanto los propietarios de los casi dos millones de metros cuadrados adquiridos en Breña Alta y Fuencaliente, con una inversión aproximada de 12 millones de euros
desde hace una década, esperan encontrar “en un plazo razonable de tiempo”, y en virtud de las garantías jurídicas que ofrecen las recién estrenadas leyes de Islas Verdes y del Suelo, socios inversores que asuman bien un margén amplio de los costes para acometer tales proyectos, o bien una participación externa incluso mayor del 50%.
El presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, explica que “este es el momento de animar a los inversores a apostar por La Palma: hay un cambio normativo que favorece de forma notable la inversión en la Isla. en la inmediatez ya tenemos instrumentos que dan cobertura a proyectos turísticos”.
Los dos campos de golf, uno de ellos con 875 camas autorizadas en la zona de La Pavona, Breña Alta, y otro con 530, en la parte alta de Fuencaliente, requieren solo de un impulso que quieren solicitar desde el Cabildo, tanto a través de su presidencia, como desde las consejerías de Planificación y Turismo, que dirigen Gonzalo Pascual y Alicia Vanoostende, respectivamente.
Lo hacen conscientes de que los propietarios de ambas potentes bolsas de suelo han trasladado, en las dos reuniones que mantenidas en el marco de encuentros con los que la institución insular, la necesidad de iniciar un proceso que revierta el daño sufrido durante los últimos años.
Recuerdan los infructuosos intentos de inversión en la Isla, los escollos normativos y la inseguridad jurídica que, por un lado frenaban el gasto, y por otro, no ofrecían garantías mínimas para llegar a unos mínimos de rentabilidad económica con los proyectos.
El campo de golf que está proyectado para Fuencaliente, con un hotel con categoría de cinco estrellas y 530 camas, supondría una inversión de 50 millones de euros, consolidando una oferta turística (denostada por los ecologistas) pero viable tanto para la clase política en las administraciones palmeras, ya sea en los ayuntamientos o en el propio Cabildo, como para la patronal turística insular.
A esa inversión se sumaría la necesaria en el caso del ya conocido popularmente como La Pavona Golf, cuya compra supuso una inversión de unos siete millones de euros y con un poroyecto alojatico de cerca de 900 plazas alojativas.
En el caso del campo de golf de Fuencaliente, los propietarios del suelo están convencidos de que el proyecto puede salir adelante, en virtud de una solvencia jurídica que se reforzó tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que sí tumbó otras iniciativas planificadas de la misma naturaleza, concretamente en los casos de similares actuaciones en Barlovento y Tamanca. En ese marco de anulación jurídica, también se vio perjudicado el campo de golf de Breña Alta, donde la situación se ha corregido gracias a la normativa de la Ley de las Islas Verdes, aprobada por el Parlamento a instancias del Cabildo palmero, así como a la Ley del Suelo. Los estudios de impacto ambiental en el caso de ambos proyectos, que aparecen en el listado de intervenciones de interés insular apobados antes del verano por el Consejo de Gobierno del Cabildo, estaría en manos de la institución insular, que estudia con el resto instituciones insulares de Canarias la estructura administrativa de esta función.
FUENTE: http://diariodeavisos.elespanol.com/2017/09/331497/
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