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domingo, 24 de septiembre de 2017

“A raíz de mis palabras ante Pablo Iglesias una estudiante de Filosofía pidió el bautismo”


El capellán de la facultad de Filosofía de la Complutense cuenta, entrevistado por InfoVaticana, cuál fue el mejor fruto de su intervención ante Pablo Iglesias.
Hace un año, estuvo Pablo Iglesias en la Universidad Complutense, concretamente, en la Facultad de Filosofía y Filología de la que, usted es Capellán. El motivo, era la presentación del libro “En defensa del populismo”, del profesor Fernández Liria, uno de los ideólogos de “Podemos”. Usted tuvo una intervención que se convirtió en viral. ¿Qué fue para usted lo más significativo de su intervención?
Personalmente, lo más importante de ese día fue que, a raíz de ese acto, una estudiante de la facultad de Filosofía pidió prepararse para recibir los Sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Primera Comunión.
Esta estudiante, ¿Cuándo recibe esos Sacramentos?
Si Dios quiere, el próximo 16 de mayo, en la catedral de la Almudena. La celebración la Preside el Cardenal de Madrid, Don Carlos Osoro.
¿Qué cree que pensarán al respecto los dirigentes del partido “Podemos”?
Hace unas semanas me encontré con D. Luis Alegre dirigente de “Podemos” que también es profesor de la Facultad de Filosofía y, cuando se lo comenté, me dijo textualmente:”un fruto que perdura”. Lo cual se lo agradezco.
Considerando su situación de capellán de la facultad dónde surge “Podemos” y, por lo tanto, como observador ¿Cómo percibe la realidad política y social española?
Personalmente, no me siento identificado con ningún partido político. En las cuestiones que considero fundamentales para la vida de las personas, porque afectan a derechos fundamentales y libertades públicas, como son: el derecho a la vida, el matrimonio y la familia, la libertad religiosa, el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas y morales frente a la imposición de la ideología de género etc. no percibo ninguna diferencia: todos los partidos dicen lo mismo, hay un pensamiento único.
 En su opinión, ¿Qué se podría hacer para mejorar esta situación?
Hace falta que surja  un partido que regenere la política. Hace falta, y con urgencia, una nueva cultura, una nueva legislación, una nueva moda, una nueva forma de pensar y hacer las cosas que sea conforme con la dignidad de la persona, pero no solo en España, también en otros países de Europa.
 ¿Qué condiciones  debería de tener, a su juicio, la persona que lidere ese proyecto?
A mi juicio, debería ser una persona consecuente con unos Principios que, como decía J. Ratzinger, son Innegociables. Y son innegociables por el hecho de ser Principios. Por tanto, debería ser una persona coherente, insobornable, en definitiva, un hombre o mujer de Dios, de Oración profunda. El tenor de los desafíos ante los que no encontramos requeriría esto.
¿Qué orientación  debería  tener esa nueva formación política?
A mi juicio, debería ser un partido formado por personas que se inspiraran en la tradición greco-latina y en el  Humanismo-Cristiano. Que fuera capaz de generar grandes consensos en torno a cuestiones que no deberían  ser ideológicas, como el derecho a la vida, el matrimonio y la familia, la libertad religiosa, la educación, etc.
Para llevar a cabo este proyecto hacen falta buenas dosis de humildad, prudencia y astucia, pero astucia evangélica: “Sencillos como palomas y astutos como serpientes”, aprendemos en el Evangelio. Deben ser bien conscientes, como también nos enseña Jesús, que es el Maestro por Excelencia, “que los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz”.
Nos encontramos, como ya se ha dicho, “no en una época de cambios, sino ante un cambio de época” y no podemos ser ingenuos, dada la urgencia y el dramatismo de la situación que vivimos.
¿Qué papel debe jugar la Iglesia en la sociedad actual?
La Iglesia deber ser siempre fiel a su identidad, que no es otra que Jesucristo. En este sentido, los laicos en los tiempos actuales tienen  un papel insustituible en la transformación de la sociedad.
Pero esto, ¿En qué se concreta?
La misión de la Iglesia, en palabras de  San Pablo, debe ser reconciliar a la humanidad con Dios. Esto es esencial y éste es, a mi juicio, el  mejor servicio que puede prestar la Iglesia. Debe hacerlo sin discriminación de personas por su  ideología, sexo, confesión religiosa etc. prestando especial interés a los que el Papa Francisco llama “periferias”.
¿Qué lugar debería ocupar  Dios, en la sociedad en general y en la política en particular?
Este es el tema por excelencia y en esto nos jugamos el futuro y no solo  temporal.  De la cuestión de Dios, la ley natural, etc., depende el futuro de las personas y de la sociedad en su conjunto. Por desgracia, en la política actual, Dios no ocupa ningún lugar y debería ser algo central. El descontento actual va mucho más allá de lo económico. Sólo Dios puede devolvernos la confianza en el hombre y es importante tener presente esta “Ausencia” como causa de la crispación e infelicidad que hay en la sociedad  occidental,  a pesar de los aparentes buenos resultados de la economía.
Una frase evangélica que le gustaría que estuviera presente en la política actual o futura que pueda surgir.
Una frase evangélica para las personas con responsabilidades políticas  que puede ser muy iluminadora de la identidad y fines de la política sería:
“Buscad el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura”.
Del ámbito secular ¿Cuál?
“El político piensa en la próxima elección; el estadista en la próxima generación”. (Otto Von Bismarck).
Hacen falta laicos con vocación de Estadistas. Laicos, que sean fieles a su identidad y huyan de personalismos e ideologías estériles.
Y, la Universidad ¿Qué papel debería jugar para una nueva sociedad?
La Universidad es una Institución clave, a pesar de la crisis de identidad que padece como consecuencia de la “crisis de la verdad”, cómo dice S. Juan Pablo II, en su encíclica “Veritatis Splendor”.
A lo largo de la historia, muchos cambios sociales han surgido en la Universidad; debemos fortalecer la vinculación  entre Universidad y verdad para que ésta recobre y fortalezca su identidad.
Un augurio, una profecía para la nueva política:
Lo que no “suframos”  por virtud lo sufriremos por necesidad. Lo primero, forma parte del ciento por uno en esta vida y de la Vida Eterna en la otra.
¿A qué se refiere con lo de sufrir por necesidad?
Me refiero a que, los desafíos ante los que nos encontramos son tan estructurales que, si no son abordados por una verdadera nueva política, podría acabar habiendo gravísimos enfrentamientos ya producidos en el pasado.
¿A qué desafíos estructurales se refiere?
Me refiero al laicismo militante, cada vez mas excluyente y prohibitivo, que pretende confinar lo religioso al ámbito de lo privado, cuestión contra la que ya nos alertó el Papa Benedicto XVI  en su  viaje a España, en el año 2010, cuando  nos previno contra “el anticlericalismo y laicismo fuerte y agresivo que vivimos en los años 30”.
Me refiero también a ideologías populistas, de corte mesiánico, que se alimentan de incoar y  fomentar antagonismos, que tanto sufrimiento han provocado a lo largo de nuestra historia más reciente.
Me refiero al desafío secesionista, cada vez más enconado y radicalizado, absolutamente insaciable en sus pretensiones e  inadecuadamente abordado.
Me refiero también a la imposición de la ideología de género como pensamiento único que contraviene preceptos constitucionales que garantizan el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones, tal y como establece la Constitución Española en su artículo 27.3. ¿Qué sentido tiene que luego hablemos  de Estado de Derecho y de imperio de la ley cuando se incumple la Constitución?
Me refiero a un Islam cada vez más radicalizado cuyo mejor caldo de cultivo es lo que el Papa Benedicto XVI llamaba “la dictadura del relativismo”
Mi opinión personal, es que es bueno ser conscientes de todos estos desafíos para prevenirlos y actuar con verdadero sentido de la responsabilidad, dentro y fuera de la Iglesia. Por eso le doy mi opinión por muy chocante que pueda resultar.
Para terminar, ¿Una palabra o una frase que resuma esta entrevista?
Jesucristo: ayer, hoy y siempre.
fuente: https://infovaticana.com/2017/05/16/raiz-mis-palabras-ante-pablo-iglesias-una-estudiante-filosofia-pidio-bautismo/

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