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martes, 23 de septiembre de 2014

El deshielo marino, una blusa melocotón cutre y un momento que nunca olvidaré





Recuerdo que en la escuela hice un trabajo sobre el Polo Norte. Como parte de mi "investigación" me enteré de que en algunos momentos el Ártico era tan frío que si se lanzaba un cubo de agua hirviendo al aire se congelaba antes de que tocara el suelo. Mi mentalidad de 8 años de edad se asombró ante la posibilidad de temperaturas tan extremas.
Avanzamos rápidamente unos 30 años. Estoy en un barco de Greenpeace, el Esperanza, me estoy preparando para salir en una lancha neumática en el hielo del Ártico. 
Falda larga negra, bien. Blusa de seda color melocotón, bien. Chaqueta azul, bien.

Me muevo en equilibrio precario por la escalera de cuerda que baja por el casco del barco tratando de alcanzar la lancha que se mueve demasiado para mi gusto.

Entonces algunos pensamientos que no esperaba tener en esta hermosa y remota parte helada del planeta se ejecutan a través de mi mente: ¿Es este realmente el atuendo apropiado para las regiones polares? ¿Es el melocotón mi color? Y, ¿por qué demonios está el líder del mundo libre agarrándome por los tobillos?

Hoy es el día de la cumbre climática de Naciones Unidas y los líderes de algunos de los países más poderosos del mundo llegan a Nueva York para tratar de obtener el control sobre el mayor desafío de nuestro tiempo, el cambio climático. 

Estoy en el Ártico aportando mi granito de arena junto a otros 7 miembros de la tripulación.Nos hemos vestido como algunos de los políticos más poderosos del mundo para enfatizar que si no se avanza y se reemplazan los expresivos discursos por acciones significativas sobre el cambio climático, el Ártico como lo conocemos ahora será relegado a los libros de historia. Algo que fue, en lugar de algo que es. 

Este asunto es hoy particularmente conmovedor. Los científicos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de EEUU (NSIDC en sus siglas en inglés) han declarado el sexto mínimo de hielo marino ártico desde que comenzaron los registros. Una nueva confirmación de que el hielo del Ártico se está derritiendo rápidamente debido al calentamiento global. Esto no sólo tiene consecuencias para este lugar único y frágil, que es el hogar de 4 millones de personas, y una impresionante vida silvestre como osos polares y morsas. También tiene consecuencias para las personas que viven a decenas de miles de kilómetros de distancia. Debido a que el hielo se derrite y a los  cambios del clima, las condiciones meteorológicas extremas podrían llegar a ser más frecuentes e intensas en todo el mundo, con todo el caos y los problemas que traerá.

Pero aquí está la cosa. Mientras me balanceaba entre la banquisa, vestida como una de las mujeres más poderosas del mundo, teniendo ante mí la imagen increíble de una masa de hielo flotante después de que esta masa de hielo flotante se hubiera alejado hacia el horizonte, me sentí esperanzada porque sé que no es demasiado tarde. Con un movimiento global de millones de personas podemos forzar un cambio de ruta. 

Creo que nosotros y nosotras y los otros 6 millones de personas que están a nuestro lado para salvar el Ártico, podríamos haber llegado aquí justo en el momento oportuno. 

(Ah, y yo era Angela Merkel, por cierto. En caso de que os lo estéis preguntando.)

Vicky Wyatt, Directora de Campañas de Greenpeace Reino Unido
¿Qué puedes hacer tú?

- Visita la plataforma Actúa por el Ártico ¡y empieza a cambiar el mundo!

- El próximo sábado 4 de octubre, Greenpeace vuelve a convocar la mayor bicicletada del mundo por el Ártico. La pasada edición, la conocida #iceride se realizó en 110 ciudades, de 36 países. La mayor movilización jamás convocada en defensa del Ártico. ¡Vente!

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