Cuando se celebra un aniversario enseguida se asocia a un pastel con sus velas y los soplidos y os deseos.
Pero no siempre fue así.
¿Cuál es la historia que está detrás de todo esto?
Los aniversarios como fecha de celebración del nacimiento estaban reservados en la edad Antigua a las personalidades.
Fueron notables las fastuosas fiestas organizadas por Cleopatra para celebrar el cumpleaños de Marco Antonio en el siglo I según recoge Plutarco. En Egipto y Babilonia se celebraba el cumpleaños de los varones de la realeza, pero era tabú celebrar el de niños y mujeres. Y en Grecia se celebraba tan solo el del cabeza de familia, elaborando un pastel de harina y miel.