Luchó durante toda su vida contra una enfermedad renal que finalmente lo derrotó. Hablo de Alejandro García, presidente de la Asociación de Enfermos Renales Alcer que esta semana fue derrotado por un largo proceso que ni siquiera dos trasplantes a lo largo de su vida le dio el respiro por el que tanto batalló.
Alex sorteó el tercer trasplante hasta que su salud lo demandó con urgencia, intuyo que al límite. Veinte años de amistad, de mucha cercanía, me permitió descubrir a un ser humano ocurrente, optimista, buena persona y solidario. Vivía la vida en positivo y colaboró en cuantos reportajes se nos ocurrían sobre enfermos renales si ello beneficiaba lo que era su lucha, mejorar desde el punto de vista asistencial a los enfermos. Los que vivimos de cerca los vaivenes de Alcer a cuya asociación se acercaron a lo largo de los años muchos figurones que solo querían salir en la foto sabían poco o nada del funcionamiento de una asociación de enfermos y llegaron haciendo bulla con un equipo que era lo más parecido a un club de fans, Nada cuestionaban porque el jefe podía mover la silla. La pelotera era un día sí y otro también. Ere evidente que hacía falta alguien que conociera la enfermedad, querido, formado, respetado y joven. No era fácil. Creo recordar que en una de las muchas revueltas que vivió la organización alguien, la hermana de una enferma renal, reparó en Alejandro y desde que lo convencieron entró en la directiva, llegó a la Presidencia y modernizó la asociación.
Hace unos meses nos vimos y me invitó a conocer la nueva sede de Alcer. De paso me recordó nuestra deuda. Quería que escribiéramos su vida. Le prometí que lo haríamos. Ese fue nuestro último encuentro. La familia decidirá y yo haré lo que deseen.
fuente: https://marisolayalablog.wordpress.com/
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