María Gámez ha destacado que “esta
investigación adquiere aún más relevancia por haberse producido en un
momento de gran demanda de material sanitario y dónde existía dificultad
para su adquisición”.
Se ha detenido a 14 personas por los
delitos de estafa, blanqueo de capitales, contra la salud pública,
falsedad documental y pertenencia a organización criminal.
También se han intervenido guantes, medicamentos, jeringuillas, equipos de oxigenoterapia o botellas de drenaje caducados
Con sede en Valencia, la organización ha vendido el material caducado a empresas de Valencia y Zaragoza.
A los detenidos se les imputan delitos contra la salud pública,
blanqueo de capitales, estafa, falsedad documental y pertenencia a
organización criminal.
En los registros practicados en Valencia, Zaragoza y Gipuzkoa, la
Guardia Civil ha encontrado además gran cantidad de material sanitario
caducado como guantes, medicamentos, jeringuillas, equipos de
oxigenoterapia o botellas de drenaje.
Además del material caducado, se han incautado 64.525 euros y se
han bloqueado 33 cuentas bancarias. En 16 de estas cuentas bancarias se
han bloqueado 80.000 euros
Para evitar ser descubiertos, los ahora detenidos cambiaban los
envases originales en los que se indicaba la fecha de caducidad. Con
este fin, sacaban las mascarillas de sus cajas y las introducían en
bolsas transparentes en las que ya no constaba fecha alguna.
La operación FACE MASK comenzó justo después de la declaración del
estado de alarma cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de un
transporte de 252.000 mascarillas caducadas entre Andoáin (Gipuzkoa) y
Pobla de Farnals (Valencia).
María Gámez ha destacado que “esta investigación adquiere aún más
relevancia por haberse producido en un momento de gran demanda de
material sanitario y donde existía dificultad para su adquisición”. En
este contexto es en el que la red desmantelada compró el material
caducado a una empresa que lo obtuvo a su vez de otra, ubicada en
Valencia, en un proceso concursal.
También contaban con otro material sanitario que carecía de la
correspondiente documentación exigida, y que posteriormente falsificaban
para introducirla en el mercado.
Dicha falsificación consistía en aportar supuestos certificados de
los organismos notificadores, los cuales no se habían realizado. En
otras ocasiones, introducían modificaciones de las declaraciones UE de
conformidad del fabricante.
Una vez que el material sanitario se encontraba en las naves de
distribución localizadas en la provincia de Valencia -Náquera, Museros,
Castellar-Oliveral y Puig- , era trasladado a diferentes localidades de
España.
Los detenidos actuaban como comisionistas procediendo a la venta
del producto, unas veces aportando un certificado no válido de otros
países y otras veces vendiendo los productos con certificados del
organismo notificado o declaraciones UE de conformidad del fabricante
que no correspondían con dichos productos o falsificándolos.
Asimismo, y debido a que no podían distribuir las mascarillas
caducadas con sus correspondientes cajas en las que constaba la fecha
de caducidad, éstos sacaban las mascarillas quirúrgicas de las cajas y
las introducían en bolsas transparentes, para introducirlas
posteriormente en cajas más grandes donde ya no constaba la fecha de
fabricación ni fecha de caducidad .
Asimismo, los responsables de la citada empresa preferían
distribuir las mascarillas caducadas a empresas para que las utilizaran
sus empleados, antes que distribuirlas en farmacias, ya que en éstas
existe un mayor control tanto del envasado como de la documentación que
ampara la fabricación, comercio, distribución y puesta a la venta al
público. Para distribuirlas, introducían en una caja pequeña un pack
conteniendo unos guantes, una mascarilla y gel hidroalcohólico, todo
ello caducado.
Durante la investigación se constato también que trataron de
realizar compra-venta de estos productos sanitarios o Epi,s a Países
como Portugal , Italia , Colombia o Turquía
El material caducado llegó a distribuirse a empresas de Zaragoza y
Valencia así como a través de Internet. Los investigadores también han
constatado que trataron de exportarlos a países como Portugal, Italia,
Colombia y Turquía.
La operación FACE MASK ha contado con el apoyo de técnicos del
Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el trabajo (INVASSAT) e
inspectores de farmacia de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat
Valenciana.
Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº1 de Massamagrell.
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