Barça y UD proclaman la posesión como estandarte de su idea futbolística
Aunque encontramos bastantes equipos que desdeñan la posesión como argumento principal de su esquema de juego, cada vez más proliferan aquellos que convierten la pelota en el eje en el que fundamentan su filosofía.
El próximo domingo en el Estadio de Gran Canaria, a partir de las 19.00 horas (Movistar Partidazo), se miden dos de los conjuntos que sustentan su idea en el sentimiento de pertenencia al rey balón. Nos referimos a la UD y al FC Barcelona, paradigmas actuales en el panorama nacional en este sentido.
De hecho, ambas escuadras lideran esta estadística en Primera División. El cuadro blaugrana figura en lo más alto del ranking con un 62%. Justo detrás de él aparece Las Palmas con un 57.2%. El podio lo completa otro club que se ha caracterizado esta temporada por su buen gusto futbolístico, el Sevilla de Jorge Sampaoli y el grancanario Vitolo (56.2%).
El estilo que propugnan tanto la UD como el FCBarcelona es parte del ADN de estas entidades históricamente, aunque claro está han existido épocas en las que han renunciado a él por culpa de las circunstancias, unas veces con más suerte que otras.
En el caso del equipo amarillo, siempre sus características se han visto asociadas a lo que se ha exportado como fútbol canario, y que ha levantado admiración más allá de nuestras fronteras desde hace años con Las Palmas como principal exponente. La excelencia en el juego a través del exquisito trato a la pelota se asocia inexorablemente a la genética del jugador de la tierra.
Tras un larguísimo periodo donde la fidelidad a esa filosofía quedaba arrinconada (casi desde la época dorada de los años 70 y 80, salvo alguna corta excepción), sobre todo por la travesía en el desierto del club por el subsuelo de las competiciones nacionales, la llegada de Quique Setién ha reactivado esa adicción por el buen gusto futbolístico.
Con una plantilla conformada por un perfil de jugador proclive a esta forma de juego basada en la posesión de la pelota, y sobre todo con una cuota importante de materia prima de la tierra, la UD ha logrado recuperar la esencia de antaño en el juego.
En el último año y medio, con Quique Setién como ideólogo, Las Palmas ha vuelto a recolectar halagos por esa vuelta a sus orígenes. Incluso más que en sus épocas doradas, pues en este mundo globalizado sus andanzas han traspasado las fronteras.
Eso sí, en épocas de vacas flacas como la actual, no han tardado en surgir los detractores de esta filosofía del culto al balón. Más que con la idea, las críticas se han centrado en la falta de un plan B al que recurrir para paliar, por ejemplo, la nefasta racha de la escuadra amarilla actuando como visitante en la actual campaña. Pero el entrenador cántabro lo ha tenido siempre muy claro. Por encima de todo, la idea resulta innegociable.
El espejo
Tanto la actual UD como el resto de equipos que apuestan por la tenencia de la pelota como arma fundamental del esquema, han tenido al FC Barcelona como espejo. Desde que Johan Cruyff, el ideólogo azulgrana del fútbol total, desembarcara en el banquillo, el Barça se ha convertido en el gurúde esta filosofía de juego.
Salvo algunos paréntesis, el conjunto blaugrana ha vivido su etapa más gloriosa en cuanto a espectáculo y éxitos basándose en un estilo que ha maravillado al planeta, teniendo épocas esplendorosas como la que marcó Guardiola como timonel de la nave.
Y en eso ha tenido mucha parte de culpa, como ha ocurrido en menor medida en la UD, el protagonismo de canteranos que se han criado bajo los parámetros de un estilo inconfundible: llegar al éxito a través de un idea donde la posesión del balón es fundamental. Y si entre esos jugadores se encuentra un tal Lionel Messi, que comparte con Cristiano Ronaldo el título de mejor jugador del mundo, la ecuación resulta casi perfecta.
De hecho, ambas escuadras lideran esta estadística en Primera División. El cuadro blaugrana figura en lo más alto del ranking con un 62%. Justo detrás de él aparece Las Palmas con un 57.2%. El podio lo completa otro club que se ha caracterizado esta temporada por su buen gusto futbolístico, el Sevilla de Jorge Sampaoli y el grancanario Vitolo (56.2%).
El estilo que propugnan tanto la UD como el FCBarcelona es parte del ADN de estas entidades históricamente, aunque claro está han existido épocas en las que han renunciado a él por culpa de las circunstancias, unas veces con más suerte que otras.
En el caso del equipo amarillo, siempre sus características se han visto asociadas a lo que se ha exportado como fútbol canario, y que ha levantado admiración más allá de nuestras fronteras desde hace años con Las Palmas como principal exponente. La excelencia en el juego a través del exquisito trato a la pelota se asocia inexorablemente a la genética del jugador de la tierra.
Tras un larguísimo periodo donde la fidelidad a esa filosofía quedaba arrinconada (casi desde la época dorada de los años 70 y 80, salvo alguna corta excepción), sobre todo por la travesía en el desierto del club por el subsuelo de las competiciones nacionales, la llegada de Quique Setién ha reactivado esa adicción por el buen gusto futbolístico.
Con una plantilla conformada por un perfil de jugador proclive a esta forma de juego basada en la posesión de la pelota, y sobre todo con una cuota importante de materia prima de la tierra, la UD ha logrado recuperar la esencia de antaño en el juego.
En el último año y medio, con Quique Setién como ideólogo, Las Palmas ha vuelto a recolectar halagos por esa vuelta a sus orígenes. Incluso más que en sus épocas doradas, pues en este mundo globalizado sus andanzas han traspasado las fronteras.
Eso sí, en épocas de vacas flacas como la actual, no han tardado en surgir los detractores de esta filosofía del culto al balón. Más que con la idea, las críticas se han centrado en la falta de un plan B al que recurrir para paliar, por ejemplo, la nefasta racha de la escuadra amarilla actuando como visitante en la actual campaña. Pero el entrenador cántabro lo ha tenido siempre muy claro. Por encima de todo, la idea resulta innegociable.
El espejo
Tanto la actual UD como el resto de equipos que apuestan por la tenencia de la pelota como arma fundamental del esquema, han tenido al FC Barcelona como espejo. Desde que Johan Cruyff, el ideólogo azulgrana del fútbol total, desembarcara en el banquillo, el Barça se ha convertido en el gurúde esta filosofía de juego.
Salvo algunos paréntesis, el conjunto blaugrana ha vivido su etapa más gloriosa en cuanto a espectáculo y éxitos basándose en un estilo que ha maravillado al planeta, teniendo épocas esplendorosas como la que marcó Guardiola como timonel de la nave.
Y en eso ha tenido mucha parte de culpa, como ha ocurrido en menor medida en la UD, el protagonismo de canteranos que se han criado bajo los parámetros de un estilo inconfundible: llegar al éxito a través de un idea donde la posesión del balón es fundamental. Y si entre esos jugadores se encuentra un tal Lionel Messi, que comparte con Cristiano Ronaldo el título de mejor jugador del mundo, la ecuación resulta casi perfecta.
http://www.laprovincia.es/ud-las-palmas/2017/05/12/balon-piedra-filosofal/937782.html

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