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miércoles, 12 de junio de 2024

La tecnología eléctrica de dos ruedas: ¿futuro peligroso?

 


Paseando por la calle, vi a varios usuarios de los ya famosos patinetes eléctricos que, viendo sus prestaciones y las velocidades que pueden llegar a alcanzar, se asemejan a un ciclomotor.


Observé cómo un usuario de dicho medio de movilidad, eso sí ataviado con su casco obligatorio, cruzó un cruce de calles teniendo un stop claramente señalizado sin aminorar la velocidad y sin detenerse, como es recogido en el código de circulación.

Me pregunto si el casco le valdrá de algo en caso de tener algún percance. Creo que de poco, porque si no respetamos las señales, el desenlace podría ser fatal.

También me he percatado de que algunos se desenvuelven con destreza y con una confianza demasiado elevada, mostrando ante los viandantes sus logros peligrosos para todos, incluso para el piloto confiado.

Circulan por aceras y avenidas con velocidades bastante elevadas, pudiendo poner en riesgo a los peatones y hasta su propia vida.

Este tema se ha convertido en algo grotesco y alocado: usuarios con menores en los patinetes, hasta tres en un vehículo. Mientras no sucede nada, todo son risas y desparpajo por pensar que la suerte siempre les sonreirá y el destino nadie lo puede cambiar.

Cuando manejas un vehículo, los ocupantes del mismo son responsabilidad del conductor si el posible percance y desenlace fue causado por negligencia del mismo.

Circulan por toda clase de vías invadiendo carriles incluso con vehículos detrás con el peligro que conlleva una caída fortuita por mareos u otras patologías adversas e inesperadas.

Si eres propietario o usuario del mismo, ten en cuenta que tu vida corre peligro si no respetas lo establecido en las normas de tráfico y las normas para esta clase de vehículo. Perder tu vida destrozaría a tus familiares, pero por desgracia, quitar la vida a terceros es vivir con un nudo en la garganta.

¡Piénsalo! Tu vida y la de los demás no son reemplazables.

Opinión: Joaquín Santana

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