Director: Juan Carlos Melian Naranjo. contacto: teldehabla@gmail.com

viernes, 11 de abril de 2025

LA SEMANA SANTA CRISTIANA Y SU COMPARACIÓN CON EL RAMADAN DEL ISLAM Y HASTA CON LAS VACACIONES

                                                       

 Artículo de opinión

(Por Julio C. González Padrón)

 Ya tenemos encima la famosa Semana Santa, que como todos sabemos o deberíamos conocer, es una de las festividades religiosas más arraigadas y espectaculares del mundo cristiano. 

Las procesiones, en España y especialmente en ciudades como Sevilla y Málaga, son eventos de gran solemnidad y belleza, con imágenes religiosas llevadas por Cofradías y acompañadas de música sacra.

En comparación con otros países cristianos, España destaca por la intensidad y el fervor con el que se celebra. 

Mientras que en lugares como Inglaterra y Francia la Semana Santa tiene un enfoque más centrado en la gastronomía y las tradiciones familiares, en España las procesiones y los actos religiosos son el eje central. 

En Italia, por ejemplo, también hay grandes celebraciones, como el "Scoppio del Carro" en Florencia, donde un carro con fuegos artificiales es encendido en una ceremonia simbólica.

En América Latina, países como México y Brasil también tienen celebraciones muy emotivas, con representaciones teatrales de la Pasión de Cristo y procesiones multitudinarias. En Jerusalén, la Semana Santa es una experiencia profundamente espiritual, con peregrinos recorriendo los lugares donde Jesús vivió sus últimos días.

En definitiva, España mantiene una Semana Santa con un carácter único, donde la devoción y la tradición se entrelazan de manera espectacular con las vacaciones en la playa y el campo. 

¿Pero qué influencia tiene en realidad la Semana Santa en la sociedad española contemporánea?

La Semana Santa sigue teniendo una gran influencia en la sociedad española, aunque su impacto ha evolucionado con el tiempo. Más allá de su dimensión religiosa, se ha convertido en un fenómeno cultural y social que afecta distintos aspectos de la vida en España como pudiera ser:

Su Identidad y tradición: La Semana Santa es un elemento clave en la identidad cultural de muchas regiones españolas. Ciudades como Sevilla, Málaga y Valladolid ven cómo sus calles se transforman con procesiones que atraen tanto a fieles como a turistas.

El Impacto económico y turístico: La celebración genera un gran movimiento económico, especialmente en sectores como la hostelería y el turismo. Miles de visitantes llegan a España para presenciar las procesiones, lo que impulsa la economía local.

La Cohesión social: Las Cofradías y Hermandades desempeñan un papel importante en la vida comunitaria, promoviendo valores de solidaridad y pertenencia. Muchas familias participan en estas agrupaciones durante generaciones, fortaleciendo la conexión entre distintas generaciones.

El Refugio espiritual y pausa en la rutina: En un mundo cada vez más acelerado, la Semana Santa ofrece un momento de reflexión y recogimiento. Para muchos, es una oportunidad de desconectar del ritmo frenético de la vida moderna y reencontrarse con valores más profundos.

La Diversidad de enfoques: Aunque sigue siendo una celebración religiosa, en algunas zonas de España la Semana Santa se vive más como un evento cultural que como una práctica de fe. En ciudades más secularizadas, muchas personas disfrutan de las procesiones por su valor artístico y patrimonial.

En definitiva, la Semana Santa sigue siendo un pilar fundamental en la sociedad española, aunque su significado y forma de celebración varían según la región y el contexto social

Y ahora cabe preguntarnos… ¿Qué impacto económico tiene la Semana Santa en España?

La Semana Santa tiene un impacto económico significativo en España, especialmente en ciudades con grandes celebraciones como Granada, Sevilla y Málaga.

En Granada, por ejemplo, se estima que la Semana Santa genera 141 millones de euros en impacto económico y crea 1.416 empleos temporales. Este evento no solo impulsa el turismo, sino que también beneficia sectores como la hostelería, la restauración y el comercio local.

Además, la Semana Santa actúa como un “motor económico y cultural”, atrayendo a miles de visitantes que contribuyen al crecimiento de la economía regional. 

En Zamora, por ejemplo, el impacto económico supera los 12 millones de euros. La demanda turística durante esta festividad también fortalece la industria hotelera y gastronómica, con un aumento en la ocupación y el consumo.

En términos generales, la Semana Santa es una de las festividades más rentables para muchas ciudades españolas, consolidándose como un evento clave para la economía local.

¿Qué datos podemos aportar sobre el turismo durante la Semana Santa?

La Semana Santa de 2025 se perfila como un período de gran actividad turística en España. Se espera que el país reciba más de 15 millones de turistas internacionales, lo que representa un aumento del 9% respecto al año anterior. Además, el gasto turístico internacional podría superar los 20.000 millones de euros, marcando un nuevo récord y aquí, poco o nada tiene que hacer el “pistolero rubio del salvaje Oste americano” Donal Trump, con sus temidos aranceles. 

En cuanto a los destinos más populares en el mundo, podemos citar a Roma, que, lidera las preferencias de los viajeros españoles, aunque hay una gran diversidad de elecciones según la comunidad autónoma. Mientras que algunos optan por explorar ciudades europeas como Ámsterdam, Budapest y Londres, otros prefieren destinos más exóticos como Fez y Marrakech.

El turismo nacional también mantiene su relevancia, con ciudades como Madrid, Toledo y Granada, entre las más demandadas.  Pues a nadie se le esconde que la Semana Santa sigue siendo un motor económico clave, impulsando sectores como la hostelería y el transporte.


 Y ahora la gran pregunta que siempre nos hemos hecho… ¿La Semana Santa cristiana podría equipararse al Ramadán para los musulmanes o se trata de otra cosa completamente distinta?

Aunque las dos cosas se tratan de celebraciones religiosas, tiene sus profundas diferencias históricas; a saber:

La Semana Santa conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y se celebra con procesiones, misas y actos de reflexión. Su enfoque está en recordar el sacrificio de Cristo y su triunfo sobre la muerte. En cambio, el Ramadán es un mes sagrado en el islam que marca la revelación del Corán al profeta Mahoma.

 Durante este período, los musulmanes practican el ayuno desde el amanecer hasta el atardecer (cuando se pone el Sol), como un acto de disciplina espiritual y acercamiento a Dios.

A pesar de sus diferencias, ambas festividades comparten ciertos valores, como la introspección, la oración y la solidaridad con los más necesitados. También tienen raíces en tradiciones abrahámicas, lo que las conecta históricamente con el judaísmo.

 Por ejemplo, la Semana Santa tiene sus raíces en los primeros siglos del cristianismo. Se cree que comenzó a celebrarse en el siglo IV, cuando la Iglesia estableció una conmemoración estructurada de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Con el tiempo, se desarrollaron tradiciones como las procesiones y los actos litúrgicos, especialmente en regiones con fuerte influencia católica.

Por otro lado, el Ramadán se remonta a la revelación del Corán al profeta Mahoma en el siglo VII. Cuando según la tradición islámica, el Ángel Gabriel, transmitió los primeros versos del Corán a Mahoma durante este mes sagrado. Desde entonces, los musulmanes han practicado el ayuno como un acto de devoción y disciplina espiritual.

Ambas festividades tienen un profundo significado religioso y han evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a distintas culturas y contextos históricos.

Hay que anotar como algo positivo en España y que nos distingue como sociedad democrática y avanzada el que, la celebración del Ramadán por parte de la comunidad musulmana en España es generalmente respetado, y existen esfuerzos por fomentar el diálogo interreligioso y la convivencia. La Conferencia Episcopal Española, por ejemplo, ha enviado mensajes de apoyo a los musulmanes durante el Ramadán, promoviendo el respeto y la colaboración entre religiones.

Sin embargo, como en muchos países, pueden existir casos aislados de discriminación o falta de comprensión hacia las tradiciones islámicas. 

En algunos ámbitos sociales y políticos, se han registrado discursos de intolerancia, aunque también hay iniciativas para combatir la islamofobia y fortalecer la integración.

Posiblemente se deba a que en general, España es un país con una larga historia de diversidad cultural y religiosa, y la mayoría de la sociedad valora el respeto por las distintas creencias. 

Sin embargo, no ocurre lo mismo en todos los países musulmanes, pues la celebración de la Semana Santa en países árabes o de mayoría musulmana, varía según la legislación y la cultura de cada nación.

 En algunos países, como Arabia Saudita, las manifestaciones públicas de religiones distintas al islam están restringidas, lo que incluye procesiones cristianas. 

Sin embargo, en otros países con comunidades cristianas significativas, como es el caso de Egipto, Líbano o Jordania, las celebraciones de Semana Santa pueden realizarse con relativa libertad.

Es importante destacar que la situación depende del contexto político y social de cada país. En algunos lugares, las restricciones no son necesariamente prohibiciones absolutas, sino regulaciones para evitar conflictos religiosos o mantener la armonía social.

Pero amigos, para que nos vamos a engañar, somos muchos que esperamos a la Semana Santa en España, no solo es un período de reflexión y tradición religiosa, sino también como una de las épocas más esperadas para disfrutar de unas vacaciones y muchas personas aprovechan estos días festivos para viajar, especialmente a destinos de playa o montaña.

Las zonas costeras, como Canarias, Andalucía y Baleares, registran un aumento significativo en el turismo durante Semana Santa, con reservas hoteleras que han crecido un 30% en comparación con semanas anteriores. Además, destinos como Mallorca y Menorca son muy populares por su clima templado y sus paisajes espectaculares.

Para quienes prefieren la tranquilidad del campo, lugares como Asturias y Castilla y León ofrecen escapadas rurales con actividades al aire libre, lejos del bullicio de las ciudades. En definitiva, la Semana Santa se ha convertido en una oportunidad para combinar descanso, turismo y tradición.

Y aquí en Canarias, además Juanito Cruz “el  trompetilla”, trae el cherne salado de pá bajo de Arguineguín y nos jincamos el Viernes Santos toda la familia reunida, un sancocho con sus papitas sancochadas que… “Ve Meria Purísima”, despierta un muerto y eso sí, te pasas toda la tarde pegado a la botella de Agua de Firgas por la tremenda sed que se te vienen encima. De postre, y para los que les queda hueco en la tripa, le ponemos unas torrijas con miel de abeja rubia de Pajonales que, prepara tía Concha el día anterior y que quita el sentido ¡Cristiano!.

Pero no crean amigos “peninsulares” que, en Canarias también disfrutamos de nuestras procesiones, que por cierto,  yo recomiendo las del Encuentro en Vegueta, pero también es verdad el  nadie se pierde el sancocho de cherne salado al mediodía y la siesta hasta las seis de la tarde… ¡Qué cosas!


Fdo. 

Julio César González Padrón

Marino Mercante y Escritor




No hay comentarios:

Publicar un comentario