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martes, 8 de abril de 2025

IMPACTO DE LOS NUEVOS ARANCELES AMERICANOS EN ESPAÑA Y BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL POSIBLE ANACRONISMO QUE SUPONE EN CANARIAS, CONTINUAR CON UN IMPUESTO COMO EL AIEM

Julio C. Glez. Padrón

Artículo de opinión

(Por Julio C. Glez. Padrón)

La para mi punto de vista la disparatada nueva política arancelaria del “pistolero rubio americano del salvaje oeste” que es Donald Trump, ha generado un impacto significativo en la economía española, por mucho que trate de tranquilizarnos Pedro Sánchez y sus ministros, cuando aseguran que España es la menos perjudicada de toda la CE, como si eso fuera un consuelo, y así podernos quedar felices y contento, pensando en que “otros” están peores.

Lo que está meridanamente claro es que afecta a nuestra economía nacional en negativo como al que más y muy especialmente en sectores claves como el agroalimentario, la industria automotriz y los bienes de equipo. 

Los nuevos aranceles, que alcanzan hasta un 30%, han encarecido ya las exportaciones españolas a Estados Unidos, afectando productos como el aceite de oliva, el vino, las frutas y hortalizas, así como componentes automotrices. 

Esto representa una pérdida estimada de unos 3.200 millones de euros, equivalente al 0,2% del PIB español. 

Aunque pudiéramos en principio aceptar “pulpo como animal de compañía” que es lo que parece querer transmitirnos nuestro gobierno actual y tragarnos eso de que España no es el país más afectado dentro de la Unión Europea; lo cierto es que, la medida ha puesto en jaque a sectores estratégicos y ha obligado a empresas a buscar alternativas, como es la trasladar parte de su producción a suelo estadounidense. Además, el impacto indirecto de estos aranceles podría ser aún mayor si se considera la reducción de exportaciones hacia otros países europeos que también enfrentan estas barreras comerciales.

Pero hoy no les quiero dar demasiado la lata con lo que la locura “del pistolero rubio americano del salvaje oeste”, pues ustedes mismos lo irán notando en los próximos días o semanas en el los bolsillos y sus cuentas corrientes, quienes te hablará de ello, mucho mejor y mas practico de lo que yo, un humilde maúro de Telde, con muchos salitres en los ojos, pueda hacerlo.

Prefiero concentrarme en algo que nos también nos afecta a los canarios y desde hace años me sigo preguntando: 

¿El AIEM en Canarias resulta un anacronismo?

 El llamado “Arbitrio” sobre Importaciones y Entregas de Mercancías (AIEM) es un impuesto exclusivo de Canarias diseñado en principio, para proteger la producción local frente a la competencia externa. 

Este tributo, que grava la importación de ciertos bienes con tasas que van del 5% al 25%, busca en principio compensar las desventajas estructurales de las islas, como su lejanía del continente europeo y su condición de región ultraperiférica. Aunque a nadie se le escapa que, pueda parecer un anacronismo para Canarias, que pertenecemos a la CE y vivimos en un mundo globalizado.

 El AIEM en principio, como digo, tiene un propósito claro que, es el de fomentar la competitividad de la industria local y garantizar un cierto grado de soberanía económica en un territorio con limitaciones geográficas y económicas; sin embargo, su existencia también plantea preguntas sobre su impacto en los precios y la accesibilidad de productos importados para los consumidores canarios, que de ninguna manera podemos dejar de hacérnosla y valorarlas.

Ambos temas reflejan cómo las políticas económicas y fiscales pueden tener efectos profundos y, a veces, contradictorios en diferentes regiones y sectores. ¿Qué opinas tú sobre estas medidas? ¿Crees que son necesarias o deberían adaptarse a los tiempos actuales?

Yo honradamente creo que el AIEM necesita urgentemente adaptarse a la realidad de la escasa producción y la gran repercusión que para la importación de ciertas mercancías está teniendo en Canarias. 

Pues si bien, es cierto que El AIEM nació con la intención de “proteger la producción local” en Canarias, la pura realidad es que la capacidad de producción en las islas es limitada y no cubre ni siquiera la demanda de muchos bienes esenciales.

 Esto ha generado un dilema; por un lado, el impuesto busca favorecer la industria local, pero por otro, encarece productos importados que son indispensables para la población y el comercio.

La gran repercusión del AIEM en la importación de ciertas mercancías se traduce en precios más altos para los consumidores, lo que afecta directamente el coste de vida en Canarias; además, algunos sectores han advertido que el impuesto no está cumpliendo del todo su propósito de incentivar la producción local, ya que muchas empresas no pueden competir con mercados externos, independientemente de la protección fiscal.

Por todo esto, hay voces, donde me incluyo, que reclaman una reforma del AIEM para ajustarlo a la realidad económica actual. 

Quizás una reducción en ciertos productos esenciales, una revisión de las categorías gravadas o un modelo más flexible que favorezca la inversión podrían ser soluciones a considerar. 

 Pero veamos que sectores han sido más afectados por el AIEM

El AIEM ha impactado principalmente en sectores como la alimentación y bebidas, la agricultura y ganadería, la industria química, los materiales de construcción, la industria metálica, el tabaco, el textil, cuero, calzado, los transformados de papel y las artes gráficas.

Por ejemplo, productos como papas, verduras, jamones, cerdo y helados han visto un incremento en su tipo impositivo del 10% al 15%.

 También se han añadido nuevos artículos al listado de bienes gravados, como fresas, rosas y quesos, mientras que otros, como neumáticos y caramelos para la tos, han sido eliminados.

Los importadores han sido los más afectados, ya que el AIEM encarece los productos que traen del exterior, lo que ha generado críticas sobre la falta de criterios objetivos para determinar qué bienes deben estar sujetos al impuesto.

 Y ahora la famosa pregunta del millón ¿Que modelos se podrían adoptar en lugar del AIEM?

Yo creo que existen varias alternativas que podrían reemplazar o modificar el AIEM para adaptarlo mejor a la realidad económica de Canarias y algunas de estas opciones incluirían (siempre desde la visión de éste maúro de Telde)

  1. Sustitución por incentivos fiscales: En lugar de gravar las importaciones, se podría ofrecer beneficios fiscales a las empresas locales para mejorar su competitividad sin afectar los precios de los productos importados.

  2. Reducción progresiva del AIEM: Se podría establecer un sistema de reducción gradual del impuesto en ciertos productos esenciales, permitiendo una transición hacia un modelo más equilibrado y justo.

  3. Subvenciones directas a la producción local: En lugar de proteger la industria mediante aranceles, el gobierno podría otorgar ayudas económicas a los productores locales para mejorar su capacidad de competir con productos importados.

  4. Revisión de los productos gravados: Se podría realizar un análisis más detallado para determinar qué productos realmente necesitan protección y cuáles podrían quedar exentos del AIEM.

  5. Modelo de compensación por insularidad: Se podría diseñar un sistema de compensación económica para las empresas locales, basado en su ubicación geográfica y los costos adicionales que se enfrentan, sin necesidad de aplicar un impuesto a las importaciones.


También pienso que dependiendo del cómo se implemente y en qué sectores se aplique, tendríamos, en principio unos posibles impactos en los distintos modelos en la economía canaria como:

Sistema de compensación por insularidad

Beneficios: Reduciría la carga sobre las importaciones, permitiendo una mayor variedad de productos a precios más accesibles para consumidores y empresas.

Desafíos: Requeriría una financiación sostenida por parte del Gobierno, lo que podría derivar en una mayor presión fiscal en otras áreas.

Modelo de incentivos a la producción local

Beneficios: Apoyaría directamente a los productores canarios sin encarecer los productos importados, fortaleciendo la economía interna.

Desafíos: Dependería de una buena gestión y un reparto equitativo de las ayudas para evitar distorsiones en el mercado.

Revisión dinámica de productos gravados

Beneficios: Se adaptaría a las necesidades del mercado, eliminando impuestos sobre bienes esenciales y reduciendo la inflación en ciertos sectores.

Desafíos: Necesitaría un monitoreo constante para evitar fluctuaciones impredecibles en los precios y garantizar un balance justo entre importaciones y producción local.

Impuesto diferenciado según impacto económico

Beneficios: Ofrecería mayor flexibilidad y permitiría ajustar la tributación según la relevancia de cada producto para la economía canaria.

Desafíos: Podría generar incertidumbre en el comercio, ya que los importadores y productores tendrían dificultades para prever los cambios en la fiscalidad.

Fomento de la producción sostenible

Beneficios: Incentivaría modelos productivos más ecológicos, mejorando la competitividad de la industria local y alineando la economía canaria con tendencias globales de sostenibilidad.

Desafíos: La transición hacia una producción sostenible podría requerir inversiones iniciales elevadas y apoyo a las pequeñas empresas para su adaptación.


En general, cualquier cambio en el AIEM debe considerar el equilibrio entre fomentar la producción local, garantizar precios accesibles y mantener la competitividad de Canarias en el mercado global. 

Hay actualmente varios ejemplos de países y regiones que han cambiado su modelo fiscal con éxito como podríamos citar.

La propia, España peninsular cuando se han implementado estrategias específicas de planificación fiscal inteligente para optimizar la carga impositiva de empresas y ciudadanos.

Irlanda, que reformó su sistema fiscal en los años 90, reduciendo impuestos corporativos y atrayendo inversión extranjera, lo que impulsó su crecimiento económico y no se les acabó el mundo

Estonia, cuando introdujo un sistema de impuesto sobre sociedades basado en la tributación de los beneficios distribuidos, lo que incentivó la reinversión empresarial.

Chile, que ha realizado recientemente reformas fiscales para mejorar la recaudación y reducir la evasión, logrando así una mayor estabilidad económica.

Canadá, país al que tanto critica “el pistolero rubio americano”, por haber ajustado su sistema fiscal para favorecer la innovación y el emprendimiento, con incentivos para empresas tecnológicas.

 Como ves querido amigo, aquí está ya todo o casi todo inventado, aunque nuestro Gobierno de Canarias, posiblemente por incompetencia manifiesta de sus consejeros de Economía, que con el tema de AIEM siguen en “Belén con los pastores”.

 Queda claro que cada modelo tiene sus ventajas y desafíos, pero estos ejemplos muestran que una reforma bien diseñada para Canarias, puede mejorar la competitividad y el desarrollo económico de nuestras Islas, sin esperar a que vengan” los chinos” a enseñarnos como se puede crecer en un Archipiélago tan maravilloso y tan prometedor para el futuro como el nuestro. 

Pero como decimos en Canarias y esta vez me voy a referir d la enorme lista de consejeros de Economía que han ido pasando por el Gobierno de Canarias en estos últimos años … ¡Oiga cristiano! No le de mas vueltas al asunto, que le digo yo que soy de “Terde”, bisnieto de Don Paco el Viejo y, por lo tanto, de esto entiendo algo  … El que nace barrigón , ni que lo fajen de chiquito.

¡Qué cosas! 

Fdo. 

Julio César González Padrón

Marino Mercante y Escritor


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